FUE UN GOLPISTA

Por Pablo Varas

En realidad la campaña del terror comenzó con bastante anterioridad al 4 de noviembre de 1970. Por aquellos años Estados Unidos tenía a Nixon como presidente, Agustín Edward como vicepresidente de la Pepsi Cola y en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, habían oficiales que eran agentes de la CIA……todo un cuadro perfecto.

Chile por aquellos años, desde los cuales no han pasado siglos, tenía una población analfabeta que llegaba casi al 45%, y la mortalidad infantil era extremadamente violenta con los sectores populares. Las precarias condiciones de vida en el campo y la visón que la ciudad ofrecía mejores condiciones de vida, fueron haciendo crecer los cordones marginales. Casas de cartón y unos cuantos palos parados, eran la foto de la Alianza para el Progreso, también del gobierno de Alessandri.

Y se ganó. Pueblo abierto está el camino y las calles de toda la patria escucharon la voz firme y consecuente de un hombre no muy alto pero que era entendido por todos. Sus enemigos, aquellos que estaban viendo que sus pertenencias, que sus cositas corrían peligro se juntaron. Andrés Zaldívar fue el encargado. En ese tiempo ministro de Eduardo Frei Montalva, pedía a los ricos a sacar su dinero de los bancos, diciendo que el nuevo gobierno que asumiría, se iría a convertir en los caminos de Atila.

Fue una espina en el corazón la nacionalización del cobre, nuestra principal fuente de ingresos como país. Nixon chillaba histérico en la Casa Blanca, gritaba que haría polvo al nuevo gobierno que los chilenos habían votado en elecciones libres, secretas e informadas.

La CIA se puso en campaña, comenzaron a llegar sus agentes y la Embajada de los Estados Unidos era un nido de ratas. Dirigentes del Partido Nacional, del Partido Demócrata Cristiano, todos queriendo comer de la mano del país de la bandera de barras y estrellas.

Y nace por esos tiempos Patria y Libertad, que desde la clandestinidad llamaba abiertamente a la subversión. Muchos militantes con arañas en sus cascos fueron adiestrados en regimientos, cursos de bombas, de sabotaje, para la derecha y el imperialismo todo era válido.

Y llegó el día del golpe.

Muchos PDC pensaron que sería una pequeña pausa en el tiempo, y que nuevas elecciones serían convocadas. Hay que saludar en honor a la historia a esos militantes que redactaron y firmaron una carta condenando el golpe militar, pero que NO representa al PDC.

Y salieron los demócratas cristianos a Europa para justificar el golpe militar. Decían era la única alternativa posible para evitar la grave crisis en la cual estaba sumida la patria. Nunca reconocieron que había recibido ayuda a manos llenas de los Estados Unidos.

No es creíble que los dirigentes del PDC no conocieran las actividades que desde los Estados Unidos se instalaban en la patria. Ellos había pedido la intervención de las Fuerzas Armadas.

Fue un golpista y por consecuencia un actor responsable de tantos dolores en miles de familias de chilenos, en su gran mayoría gente sencilla y trabajadores. No se puede decir que los campesinos de Lonquén eran agentes de la KGB, o que los asesinados en Chihuio eran perversos, o que los sacerdotes Joan Alsina o Antonio Llidó eran guerrilleros en potencia.

Patricio Aylwin conocía lo que sucedía en los cuarteles, de las detenciones y de los asesinatos. Su hermano Andrés trabaja desde los primeros días en el Comité Pro Paz, nada le era desconocido, él conocía toda la verdad.

Fue un presidente en la medida de lo posible. Fue un buen peón de la Cía y del Departamento del Estado Norteamericano…..un mal menor.

Mucha tinta corre por los periódicos, pero no es necesaria, la historia quedó escrita tal como se sucedieron todos los acontecimientos. Somos nosotros, los que creemos verdaderamente el futuro, los que contamos a las nuevas generaciones que a Patricio Aylwin…. no le debemos nada.