Las mujeres con todo su glamour e inteligencia creadora, han entrado al siglo veintiuno con decisión, audacia y magnetismo a ejecutar roles que estaban predestinados solamente a los hombres rompiendo esquemas de sexos y eliminando cadenas que inhibían pasiones y sentimientos y han demostrado con hechos concretos, con el rigor que le da su capacidad intelectual y su convencimiento personal, que pueden manejar el mundo quizás mejor que los hombres.
La realidad nos está demostrando con creces que en ese camino ascendente nadie las detendrá porque han demostrado con hechos y actitudes que se puede vivir en un mundo más receptivo a los sentimientos de solidaridad que se necesita con urgencia plasmar en esta sociedad que está cayendo estrepitosamente en el individualismo competitivo y desolador.
Ya lo hicieron en épocas pasadas cuando lideraron ejércitos de hombres, lucharon con lanzas en mano contra las desigualdades sociales y entregaron sus vidas en aras del amor, bálsamo que sana todas las heridas del corazón.-
Por eso a las mujeres se les identifica con las flores porque adormecen los espíritus salvajes del hombre y los convierten en pequeñas fierecillas domadas.
La historia de la humanidad está llena de mujeres que dejaron grabados sus nombres en las ciencias, las letras, las artes, la política y en la sociedad formando familias constituyendo hogares y procreando hijos, luchando por ideales y haciendo propuestas sensatas y creíbles que nos permitan vivir con dignidad y más equidad en este mundo convulsionado por las pasiones que engendran odios y provocan la destrucción social, engendran las guerras y provocan las confrontaciones odiosas entre los sexos, llegando incluso hasta el femicidio.
El siglo XXI está pavimentado de posibilidades para el desarrollo humano y es el tiempo justo para que las mujeres tomen los liderazgos y no cabe ninguna duda que así será para bien del universo que necesita manos delicadas y protectoras a la vez y ya lo han demostrado en algunos países como presidentes de sus naciones y líderes de grandes organizaciones internacionales.
Hay en la actualidad destacadas mujeres realizando importantes roles sociales en los gobiernos, parlamentos y comunidades y las habrán en el futuro con mayor razón, porque la sociedad ha comprendido que con mujeres brillantes en el poder podemos conseguir y hacer una sociedad más justa y equitativa, modificando las estructuras del diario vivir, rectificando el sentido de la palabra mundo y tomados de las manos nos traspasemos mutuamente energías renovadoras y con las ideas de artistas, científicos e intelectuales podamos construir una sociedad, donde debiera primar la armonía entrelazada con el amor.
Violeta Parra, Gabriela Mistral, Inés de Suárez son algunas mujeres destacadas en nuestro país en primera instancia, sin embargo son muchas las que se han destacado en el ámbito nacional como: La Sargento Candelaria Pérez, Eloísa Díaz Inzunza, Adriana Olguín Baltra, Rosita Serrano, Anita Lizana, Margoth Duhalde, sólo por nombrar algunas destacadas mujeres en distintos quehaceres de nuestra vida nacional en épocas en que estas actividades eran ejercidas solamente por hombres, tanto en la ciencia, las guerras, la política, el deporte y las artes donde varias mujeres lograron destacarse pese a las adversidades en el momento que vivieron.
Hoy la lista es muy larga y cada uno tiene su propia percepción sobre las cualidades de cada una de ellas y como ya se rompieron las barreras que dificultaban el acceso a las actividades propias de los hombres no hay duda que el futuro les tiene un espacio reservado a las mujeres para que sigan administrando nuestra sociedad.