Por Daniel Leoncio Cruz
Estos últimos días suenan dos noticias muy seguido el alza a la gasolina y el regreso de Luis Videgaray el hombre fuerte de Peña Nieto al gabinete, como lo escribe hace unos días Luis Videgaray se jugó literal un bolado, una apuesta contra Claudia Ruiz Massieu de quien quedaría como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
La excanciller Ruiz Massieu aposto su futuro apoyando a Hillary Clinton rumbo a la casa blanca teniendo a la candidata como la favorita lo cual era una apuesta segura, las vegas la daban como ganadora 7 a 1 pero como en las apuestas todo puede cambiar se revirtió el ganador, siendo este Donald Trump el que pagaba 7 a 1 al que le aposto Luis Videgaray.
Luis Videgaray estuvo 120 días fuera del Gabinete de Enrique Peña Nieto. El secretario de Hacienda salió un miércoles por la puerta trasera de la Administración, vilipendiado por haber sido el artífice de la reunión del presidente mexicano con Donald Trump en la residencia oficial de Los Pinos en agosto. Y también un miércoles regresó al Gobierno mexicano. Esta vez con una misión mucho más compleja, ser ministro de Relaciones Exteriores siendo este el cobro de la apuesta ganada ser el interlocutor con el siguiente presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. El nombramiento significa que Videgaray será el brazo fuerte de México ante Estados Unidos de Norteamérica se dice que Donald Trump palomeo su regreso y dio su aprobación.
Desde una óptica política-financiera es lo mejor que puede pasar aunque sin ser canciller si es un viejo conocido del nuevo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica lo cual puede ser un respiro al negro panorama que se aproxima en materia de relaciones exteriores.
La sorpresiva victoria de Donald Trump el 8 de noviembre le dieron la razón a ese visionario como algunos lo llamaron el que se jugó la apuesta mas difícil pero mejor pagada el que gano 7 dólares por cada dólar de su apuesta el que le gano a dos funcionarios de alto nivel la próxima carrera presidencial del 2018 me refiero a Claudia Ruiz Massieu y a Miguel Ángel Osorio Chong dos de los principales opositores de la visita de Donald Trump a México los cuales ya quedaron en el olvido desde el 8 de noviembre dejando la pista presidencial libre a Luis Videgaray.
Videgaray tiene amistades en común con Jared Kushner, el esposo de Ivanka Trump. El poderoso yerno del magnate fue clave para gestionar la visita de Trump a México el pasado 31 de agosto. El encuentro significó un duro trance para el Gobierno de Peña Nieto. Los sondeos aseguraron que siete de cada diez mexicanos se sintieron ofendidos por la visita de Trump, sin embargo el nombramiento de Videgaray como canciller al frente de la SRE se le quito importancia debido a otro gran tema el alza a la gasolina en México.
El primero de Enero de este año subió la gasolina en México hasta un 20%, lamentablemente el mensaje que dio el Presidente de la Republica no explica correctamente por qué al alza de este insumo, se limitó a decir que no podía mantener precios artificiales, lo cual lo pudo explicar más detalladamente ya que el 2017 entra la competencia de las gasolineras en México.
En 2017 habrá tres elementos que harán que un litro de gasolina o diésel será más caro o más barato, dependiendo de la región, estado y municipio en donde se compre.
Precio en el mercado: el costo del petróleo eleva o reduce el costo de la gasolina, y el precio a nivel internacional será la referencia: ya no estará sujeto al precio que el gobierno (Pemex y la SHCP) fijaba por razones financieras y hasta políticas.
Transporte y almacenamiento: un litro de gasolina será más caro o barato si una localidad se encuentra más lejos o cerca de una refinería o un puerto, si el combustible es llevado por tierra o por oleoducto, y si cuesta más o menos almacenarlo.
Impuesto a la gasolina: el gobierno aplica un impuesto de recaudación llamado IEPS a cada litro de gasolina vendido, el cual se seguirá aplicando y no se incrementará en 2017, según promete el gobierno mexicano.
Pero también habría un cuarto factor, las leyes ambientales locales: en ciudades como la capital mexicana, si las autoridades requieren que haya gasolinas menos contaminantes, costará más cada litro.
Las fronteras seguirán teniendo un régimen especial para tener precios que compitan con los de su contraparte, principalmente en las ciudades fronterizas del sur de EE.UU.
Como se observa el alza a la gasolina será el detonante de una inflación derivada de la misma, así como la excusa para que los comerciantes suban el precio de sus productos.
Como siempre estimados lectores ustedes tienen la última opinión la más importante.
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