¿Cuál será el precio más justo para la tasa de interés: la establecida por oferta y demanda o fijada arbitrariamente por la burocracia?
Por: Omar Villanueva Olmedo Director OLIBAR Consultores Lic. Ing. Ca. FEN Universidad de Chile
1.- Precios fijados en el pasado. Hay muchas personas que no saben que en el siglo pasado había “precios fijados” para productos de todo tipo que eran determinados por burócratas, también, había burócratas que emitían licencias de exclusividad para importar productos. En Chile Instituciones como el “Comisariato General de Subsistencia y Precios (1932), o la “Superintendencia de Abastecimientos y Precios” (1953) o la “Dirección de Industria y Comercio” (1960) más conocida como “La Dirinco” eran las encargadas de “imaginar las ofertas y las demandas” para establecer los precios de cientos de productos y controlarlos, en algunas oportunidades por períodos de escasez o de especulación flagrante. Además de que ni pensar de comprar productos en el extranjero vía internet por Alibaba, Amazon u otras alternativas que hoy a todos parecen tan normales. Y hasta hace algunos años era una práctica normal, en muchos países fijar, por parte de burócratas, el precio del dólar, y con él, el precio de todas las monedas extranjeras. Eran otros tiempos, en los cuales había la posibilidad de “eliminar los mercados abiertos”, para que los consumidores pagaran los “precios fijados”, al tiempo que empresas y personas interesadas presionaran (y sin ley de lobby), “compraran”, sobornaran, y quizás que cosas más se usaban para influir en los decisores. A lo que se podía agregar los yerros y arbitrariedades en los precios fijados, y en los gastos públicos en remuneraciones y otros costos incurridos por estos empleados designados políticamente o por parentesco en muchos casos. ¿Se imaginan hoy que las leches, los diferentes tipos de panes, las decenas de cremas, los cientos perfumes y cualquier otra cosa tuviese un “precio fijo” establecido por un organismo central? Eso es algo hoy difícil de imaginar para compradores y vendedores.
2.- Precio fijado en la actualidad. A pesar de esos avances, aún hay un precio clave de la economía de las personas y de las empresas fijado por burócratas y que es el precio del dinero, por medio de: la tasa de interés monetaria. Por años un grupo de burócratas ha estado a cargo de fijar el precio del dinero a través de la TPM (tasa de política monetaria). En los últimos años han tomado la decisión de darle continuamente un valor un 0,25% cada vez más bajo con el afán de que en algún momento futuro, por ejemplo, en uno o dos años más, se hiciera efectivo el supuesto estímulo de la inversión y del crecimiento del PIB, quedando en muchos meses la tasa de interés real, negativa o casi en cero. ¿Se imagina Ud. comprar un producto, por ejemplo, su dinero en efectivo y que tenga un precio fijo que es menor que uno? Es decir, si ese bien dinero lo maneja en su casa al final del mes vale menos en el monto de la inflación y si lo deposita a plazo, pierde, en general, si es que recibe una tasa de interés que es menor que la inflación. Es decir, en muchos períodos el dinero emitido por la autoridad vale cada día menos por la inflación.
El estímulo de ese falso crecimiento económico ofrecido y esperado y se empezó a dar desde Octubre del 2013 (hace 3 años y 3 meses) cuando se bajó de 5% a 4,75% la TPM, después se bajó adicionalmente hasta el 3,0% – y luego de una leve subida – dejarla en 3,5% durante el último año. Es decir, el esperado incremento de la Inversión y del PIB no se produjo, sino que se logró justamente todo lo contrario, uno de los períodos de crecimientos más bajos de este siglo.
3.- Y qué pasa en Japón y EU. Se podría creer, como a veces dice la autoridad, que con una baja de 0,25 de la TPM -con una tasa de interés real casi cero- no se estimula y no se observa ningún efecto positivo en la inversión ni en el crecimiento de la economía, como lo ha mostrado la ya larga historia económica de Japón y de la UE y la de este mismo país. Pero atención, la medida en cambio si tiene efectos inmediatos con la baja de los intereses que, por ejemplo, pagan las instituciones financieras por los depósitos a plazo a sus clientes y por los saldos de sus cuentas corrientes.
4.- Una contradicción analítica. ¿Y, acaso, una baja de la TPM no insinúa que la economía está más débil y que por lo mismo las tasa de interés de los créditos a las empresas y a las personas se tiene que subir, por el mayor riesgo implícito de no recuperación?
Lo anterior podría ser solamente una creencia, pero lo que si es cierto es que así como no tuvieron acierto por más de 3 años con las bajas de TPM para producir los resultados reiteradamente anunciados, tampoco tiene ninguna probabilidad someramente definida de acertar esta vez con una anunciada nueva rebaja. Asimismo, hoy las burocracias europeas y americana van al alza en las tasas de política monetaria. Al parecer, alguien va contra el tránsito monetario o bien: ¿tienen otro modelo u otra metodología para reactivar la economía?
5.- Futuros escenarios monetarios. Si no fuera por los beneficios esperados, que no se dice a qué grupos o sectores van o no se dan a conocer, la TPM se pudo perfectamente mantener o aun subir el último mes, porque sin duda que hay otros escenarios posibles que pueden ser muy diferentes a los débilmente argumentados que sustentan la decisión. Cuando se mencionan los beneficios se debe entender que se refiere a determinar quiénes son los que ganan y cuanto con estas decisiones, lo cual no es revelado, como tampoco se acostumbra a revelar los volúmenes de riqueza que se transfiere entre sectores por esta mera decisión administrativa, aparte de que no se está libre de múltiples presiones e invitaciones a charlas y seminarios, no libre del cuasi lobby (*) u opiniones académicas como el que realiza el GPM -Grupo de Política Monetaria- conformada por un acotado número de economistas FEN de la Universidad de Chile entre otras, sobre materias no demostradas científicamente como ciertas o precisas y sujetas a interpretaciones, preferencias subjetivas e intuitivas como los hechos observados -a posteriori de dichas decisiones por parte del Banco Central- así lo demuestran.
Es reiterativo que los métodos para anticipar y para luego decidir la variación de la TPM son: necesariamente pobres de soporte científico porque ni la autoridad, ni otras instituciones o personas saben por cierto lo que va a ocurrir, en los próximos meses, por ejemplo, en materia de precios internos y externos de la economía, ni en demandas, ni en la efectividad real de expectativas de los inversionistas, lo cual está reiterado por un crecimiento económico menor al anticipado. Si se considera los nuevos escenarios económicos mundiales, que vale la pena estudiar con la máxima rigurosidad por una agencia especializada, mas allá de las meras proyecciones y tendencias. La reiteración de la palabra “sor-pre-sa” en los comunicados de los decisores nos muestra, en parte, la pobreza de los argumentos de sustento.
6.- Precios del dinero (tasa de interés) ¿Determinado por burocracia o por la oferta y la demanda? Es por todo lo anterior que es válido preguntarse: ¿No sería quizás más justo y conveniente que el precio de la tasa de interés fuera el resultado de la oferta y la demanda del bien dinero y no por una arbitrariamente subjetiva decisión burocrática central? ¿No es posible acaso imaginar que en un futuro cercano, como ocurre en medicina, astronomía y otros campos complejos, con la ayuda de “big data”, la “cloud”, la informática y la inteligencia artificial (en manos de toda la población económica) que la tasa de interés se estableciera en un mercado virtual abierto y más transparente para todos – y no para unos pocos con capacidad de lobby e influencia y o sus propios intereses – y en donde concurran la oferta y demanda diaria, continua 24/7, por los fondos monetarios, con normas de funcionamiento muy explícitas y conocidas como ocurre en otros sectores y mercados de la economía, y que cada uno pueda llegar a acuerdos con una información real e instantánea generando menor asimetría para los concurrentes? y finalmente, ¿Con esto quizás no sería necesario tener una autoridad central, burocrática y tan costosa?
Sabemos que solo pensar en innovar y cambiar estos temas paraliza, pero son los cambios, y muchas rupturas, las que hacen más eficiente la vida en sociedad.
Lo que sí es casi cierto es que habrá que insistir en tocar estos temas recurrentemente en los meses venideros y que debemos abrirnos a revisar hasta nuestras mas queridas visiones, paradigmas y metodologías profesionales para enfrentar los diferentes posibles escenarios que se avecinan y para incentivar una discusión fundamentada que permita abordarlos con mejores respuestas que las del pasado que no han dado el resultado tan esperado en diferentes países. Abrir debate y derribar tabúes profesionales, con mente abierta mas allá de las respetables opciones ideológicas que cada cual profesa o cuestiona es propio de los países que progresan.
(*) Lobby: grupo de presión formado por personas con capacidad para presionar sobre un gobierno o una empresa, especialmente en lo relativo a las decisiones políticas y económicas.