- Preparar el ambiente cambiando algunas rutinas diarias como los horarios para levantarse y acostarse; transmitir confianza y seguridad; informarles de los nombres de las educadoras y llevarlos a conocer previamente el jardín infantil o colegio donde van a asistir, son algunos consejos que entrega la psicóloga de la U. San Sebastián, Fernanda Orrego.
El primer día de clases puede marcar un antes y un después en la vida de un niño. Todo depende de cómo se viva esta experiencia. Por eso es muy importante que ésta no sea traumática.
Pero cómo evitar que la ansiedad o el miedo a lo desconocido, se transforme en un mal sueño. La psicóloga infanto-juvenil de la U. San Sebastián, Fernanda Orrego, señala que lo más importante es que los padres preparen el ambiente y conversen con sus hijos sobre esta nueva experiencia que van a vivir, entregando la mayor información posible.
“La anticipación en su justa medida es positiva. Esto quiere decir que el niño sepa a dónde va a ir y cuándo parten las clases. Por ejemplo, se puede pasar por fuera del colegio o jardín infantil y contarle que ese será su nueva escuela, así como informarles los nombres de las educadoras”, dice Orrego.
La experta agrega que hay que transmitirles a los niños “que ese será un espacio en el cual podrá aprender cosas nuevas y compartir con otros compañeros de modo de que comprenda el contexto. Es muy importante no exagerar o contar cosas que no son, como por ejemplo que va a ir sólo a jugar, ya que esto puede generar una dificultad para adaptarse al contexto real y a seguir instrucciones o cumplir con actividades específicas”.
En esa preparación previa, la docente de la Facultad de Psicología de la USS afirma que se necesita “generar hábitos que puedan favorecer el cambio en la rutina diaria, como por ejemplo los horarios para levantarse, para comer, para dormir. Esto ajustarlo algunas semanas antes del ingreso a clases para que la adaptación del niño sea más natural”, dice la profesional.
Otro aspecto relevante es que los padres transmitan confianza a sus hijos. “Los niños pequeños leen rápidamente la seguridad o inseguridad de los padres y no querrán quedarse en un lugar donde los papás transmitan temor al momento de dejarlos. Es por esto que enfrentar el primer día no es sólo una preparación del niño, sino que implica que sus padres hayan trabajado sus ansiedades”.
Los amigos
La gran preocupación de los papás cuando los niños asisten por primera vez al colegio o jardín infantil, es que sus hijos puedan socializar con otros estudiantes.
Al respecto, la psicóloga de la USS señala que “es importante que los padres ofrezcamos contextos de encuentro con otros pequeños, sean hermanos, primos o niños que juegan en la plaza o parque, mediando las conductas pro sociales como ejemplo: saludar y decir hola, preguntar el nombre, no quitar de las manos los juguetes, esperar los turnos y despedirse”.