Por Pablo Varas, Escritor
“La máquina de la CUT nos pasó por encima; y no sólo a nosotros, sino a todos los trabajadores de Chile” Andrés Giordano Salazar. Presidente Sindicato Starbucks. Consejero Nacional de la CUT.
No viven con la pena y la angustia del salario mínimo algunos dirigentes nacionales de la CUT…
La Central Unitaria de Trabajadores CUT desde hace ya algunos años vive momentos complicados en su conducción por la forma de hacer política sindical. Una de las causales es la ausencia de democracia interna, falta de transparencia, oscuros caminos en el dinero, y también porque actúa como si de un cartel sindical se tratara.
El abandono de los trabajadores es más que evidente, millones de pobres y tanta desigualdad por lo menos esperan el acompañamiento, una palabrita de consuelo. Las lloronas ya son historia y recuerdos.
Los trabajadores piden/exigen dirigentes honestos, elegidos democráticamente, los mismos y reiterados pecadores, todos militantes obedientes de un partido político. PC/PS/PDC. En la CUT no hay UDI/RN/PIÑERISMO, están los de siempre.
La CUT es una organización que tiene una larga historia en la construcción social/sindical del país desde la perspectiva de defender los derechos de los trabajadores. Colocar las demandas de vida digna y justa en es su esencia el principio básico de esta organización. Muchos muertos quedaron en las calles de la patria pidiendo respeto para la vida, una más justa, y eso se merece una estatua, las mismas que se les tiene a los libertadores de la patria.
Ya no son los tiempos de Clotario, cuando en Chile había industria nacional y se hacían huelgas, movilizaciones para pedir aumento salarial y en largas reuniones se redactaba el pliego de peticiones. Los trabajadores en las calles y la policía de otro, eran los calendarios del Grupo Móvil y los guatones de la PP. Huelga era palabra que daba miedo entre empresarios, las banderas rojas asustaban. No había binominal y Eugenio Lira Massi escribía la mejor crónica de los ilustres en el parlamento.
Pero no sólo la seudo izquierda comunista está en sus orígenes, había también anarquistas y libre pensadores, esos que proclaman que hay que destruir el Estado y sentar una sociedad distinta. En el norte estaban en la primera línea en defensa de lo que más respeto se merece un país, su clase trabajadora, la que genera plusvalía, la que aporta riqueza a sus dueños y patrones, pero que pide salarios justos.
Los tiempos actuales son muy diferentes. La CUT está convertida en una bolsa de trabajo, personajillos oscuros, manos de gato en busca de las castañas para satisfacer al/los partidos que se la reparten a su antojo y regalado gusto, PS/PC/PDC. Amantes de las cámaras, contando ideas generales que cualquiera puede decirlas y narrarlas de mejor manera. La clase obrera abandonada.
Es verdad que hay obreros, empleados del PDC en la CUT pero recordemos que nunca se le escuchó a su partido pedir disculpas mirando los ojos de la patria por las masacres cometidas mientras ellos eran partido, y estuvieron en el gobierno, 1964-1970. Una huelga obrera sacudió todo el norte, fuerte y potente como un terremoto y carabineros a correr bala salió a las calles porque así le pedía el Ministerio del Interior, mujeres embarazadas en la Masacre de El Salvador, pleno gobierno PDC y Eduardo Frei de presidente.
Las condiciones de precariedad entre millones de chilenos no es la producción desbordante de cuchufli, no es la causa directa de las humitas los bajos salarios. El abandono es la política que impera en la CUT. Muchos son los graves conflictos que se suceden en la patria y se defienden solos, el sindicato apoyado de sus trabajadores mientras en los cómodos salones, entre viaje y viaje de los dirigentes nacionales vuelven los huelguistas al trabajo luego de haber ganado algún derecho y dos monedas más en sus exiguos salarios.
No queda duda alguna que el más serio y grave problema de la CUT, es la falta de democracia interna, de la manera en que son elegidos sus dirigentes, algunos ya añejos, corruptos y que siguen sencillamente porque se resisten a leer los periódicos que regalan en las esquinas. Han transitado por años seguidos de un séquito de aduladores que se conforman y esperan las migas que deja caer el dirigente nacional.
Profundo malestar y ganas de vomitar causó la boleta del presidente de la CUT, Antonio Martínez, luego de pagar varios millones de pesos por un almuerzo en domingo en Valparaíso, y el sinvergüenza dirigente muy tranquilo, bañado en horchata. De su bolsillo no salieron tantos billetes para el buen menú, tampoco del tesorero que firmó el cheque, un bolchevique militante en la CUT. Mucha TV cuando se hacen opinologos de la farándula social. Poco valor los viejos pliegos de peticiones, esos ya son la memoria de los traidores actuales.
El Colegio de Profesores que toma nuevos rumbos e intenta dejar atrás la burocracia comunista de los pactos y acuerdos. Valiente y notable pedir democracia en la CUT. Los trabajadores de la salud, una parte de la Anef y también los trabajadores del cobre: las banderas rumbo hacia elecciones democráticas. Nada malo en pedir un obrero un voto, así debe ser, así se debe trabajar de lo contrario no se puede conducir luchas tan delicadas como la defensa de los trabajadores en Chile.
“Aquí va la clase obrera, hacia el triunfo querida compañera…” Himno de la CUT.