Sinfónica nacional en saludable estado

Publicado por Equipo GV 5 Min de lectura

Por Jaime Torres Gómez

Foto 3No es fácil cubrir críticamente la totalidad de los programas de las temporadas oficiales de las instituciones musicales, aun cuando se haya presenciado una importante cantidad de los mismos.

En el caso de la Orquesta Sinfónica de Chile, actualmente Sinfónica Nacional… , ha sido posible seguir permanentemente su trayectoria de presentaciones desde comienzo de año, con deslumbrantes presentaciones junto al joven director chileno Helmuth Reichel Silva, radicado en Alemania (enero), además del concierto de clausura del Festival de Música Contemporánea de la Universidad de Chile muy bien dirigido por el chileno Vicente Larrañaga, también residente en Alemania. Y desde marzo, con tres programas dirigidos por el Titular de la agrupación, maestro Leonid Grin, otro con su Director Residente, el joven y talentoso Francois López-Ferrer, y un concierto especial de Semana Santa junto al decano de los directores chilenos, maestro Juan Pablo Izquierdo.

Como es costumbre, la actual temporada ha contemplado una importante cantidad de programas de abono y de extensión, más una interesante convocatoria de directores y solistas extranjeros de buenas trayectorias, junto a nacionales de probada solvencia. Programáticamente, ésta ha conservado su eclecticismo, aunque extrañando una mayor dosis de música contemporánea más una apuesta a la comisión de obras de estreno.

Foto 2Desde el año 2013 la labor de Leonid Grin, maestro de importante prestigio internacional, se ha caracterizado por un equilibrado criterio programático, respetando el rol histórico de la Sinfónica por difundir la música del repertorio tradicional (principalmente del Barroco hasta nuestros días) más la difusión de los compositores nacionales. Asimismo, de completo encomio ha sido el criterio de invitación de directores y solistas, facilitando la venida de importantes figuras internacionales -varios debutantes en Chile- con magníficos resultados.

A esto, es importante destacar el buen contingente de músicos titulares como integrantes, permitiendo estabilizar la impronta sonora de la orquesta, y sin tener que recurrir mayormente a refuerzos (salvo en obras de grandes orgánicos).

Entre las fortalezas de la Sinfónica están las cuerdas  -la mayoría robustas y disciplinadas- que permiten abordar cómodamente todo tipo de repertorio, asimismo una homogénea fila de bronces y percusión, aunque debilidades en las maderas… , donde se observa no hay un completo sentido de ensemble más carencias en la producción de pianissimos… , elementos que urge trabajarlos mejor.

De los programas dirigidos por Grin en marzo, se destacan sólidas versiones de las Sinfonías 3 y 4 de Beethoven, como una excelente “Sinfonía Fantástica” de Berlioz, una notable Obertura de “El Murciélago” de J. Strauss, y una emotiva lectura del “Romeo y Julieta” de Tchaikovsky.

Asimismo, una brillante versión del fabuloso Concierto para Violín de I. Stravinsky, con el destacado Sasha Rozhdestvensky, huésped habitual de la Sinfónica. Lamentablemente se padeció la cancelación (por salud) de la legendaria pianista Viktoria Postnikova para el Segundo Concierto para Piano de Tchaikovsky, siendo reemplazado por el Concierto de Grieg con el mismo solista que exitosamente lo había hecho en la temporada anterior, aunque mejor solución habría sido encomendarle al mismo solista (Armands Abols) otra obra, enriqueciendo mejor la variedad programática.

Mención especial es el concierto de Francois López-Ferrer, a quien se le ha seguido su trayectoria desde el comienzo de su colaboración con la Sinfónica, exhibiendo progresos abismantes en poco tiempo y con repertorio de relevancia. En esta oportunidad, dirigió un magnífico “coctail latinoamericano”, destacándose una notable versión de la Suite de “Estancia” (Ginastera), junto a una atrapante lectura de la Obertura Cubana de Gershwin y un certero enfoque del Danzón N° 2 de A. Márquez. Sólo quedó en deuda el Salón Mexicano de Copland, obra en sí difícil de abordarla musicalmente y raras veces bien hecha en Chile…

De los demás programas, importante destacar la repetición del Requiem Alemán de Brahms dirigido por Juan Pablo Izquierdo, en una versión muy distinta a la presenciada el año pasado, esta vez con un enfoque de mayor luminosidad y estructurado con tempi más rápidos respecto a lo acostumbrado.

En suma, un sólido desarrollo de la presente temporada de la Sinfónica Nacional de Chile, evidenciando las fortalezas y debilidades recurrentes del conjunto…

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