Línea 7 del Metro: No basta para la solución

Publicado por Equipo GV 4 Min de lectura

Por Alejandro Torres
Facultad de Ingeniería, Universidad Central

 
Alejandro Torres fotoSin duda que uno de los avisos de inversión pública más importantes que se han recibido durante el actual Gobierno, es la construcción de la línea 7 del Metro, modo de transporte fundamental para mitigar los problemas de movilidad en transporte público que tiene la ciudad de Santiago. El nuevo trazado, permitirá acceso a Metro a comunas que aún no lo poseen como Cerro Navia, Renca y Vitacura, pero también surge como una alternativa para absorber la nueva demanda esperada para la Línea 1, dada la apertura de la Línea 3 y el Metrotrén de Nos.

 

 

Sin embargo, se debe tener claro que Metro por sí solo no solucionará todos los problemas de movilidad que a diario viven los ciudadanos de Santiago, problemas cuyas causas tienen que ver con una deficiente o nula preocupación por la planificación urbana y que se deben ir mitigando con soluciones integrales que en su conjunto permitan menores y mejores desplazamientos en transporte público, soluciones que no deben dejar de lado una mejora sustancial en la gestión del transporte público por superficie, hoy muy mal evaluado y que no surge como una alternativa competitiva frente a Metro, y menos frente al uso del automóvil particular.

 

Se deben incluir además algunas medidas de gestión de la demanda de tránsito, incluyendo en ellas a todos los modos de transporte terrestre existentes en la actualidad (transporte público, vehículo privado, bicicletas) y estudiar otro tipo de alternativas que hagan más eficiente el transporte por superficie (vías realmente exclusivas para buses eléctricos de mayor capacidad, por ejemplo); es de suma importancia no dejar de lado el transporte público por superficie, ya que si no se incluye, se corre el riesgo de dejar las vías de la ciudad para el uso exclusivo del vehículo particular, lo que finalmente aumentaría la externalidades negativas como congestión vehicular, contaminación acústica y ambiental, aumento en los tiempos de viaje, etc.; además de colapsar la capacidad del Metro, independiente de las nuevas líneas que se construyan.

 

Se debe incentivar el intercambio modal, por ejemplo vehículo particular – Metro (o bus) o bicicleta – Metro (o bus), con la construcción de estacionamientos de vehículos y bicicletas fuera del centro de la ciudad, gratuitos (qué mejor manera de incentivo) o a un precio competitivo (inversión pública se traduce en rentabilidad social, que es la labor del Estado); otra medida concreta es sacar las terminales de buses del centro de la ciudad, utilizando para ello las estaciones de Metro (y bus) como intercambio modal.

 

Las estrategias para mitigar los problemas de movilidad en una gran ciudad no son mágicas y no sólo se refieren a inversión en más y mejor infraestructura, sino también a utilizar de manera más eficiente lo existente y, sin duda, a educar a la sociedad en su uso.

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