Según la tecnóloga médica de la Universidad San Sebastián, Ana Riquelme, a partir de los 40 años es probable que una persona comience a tener problemas para ver claramente, el trastorno más común es la presbicia que es “la falta de enfoque para la visión cercana”.
Pasados los cuarenta años, casi de manera automática y sin darnos cuenta nuestros ojos ya no ven tan claramente. Situación que se hace evidente al leer el diario, al revisar las etiquetas de los productos en el supermercado, al firmar algún documento o cuando vemos televisión o trabajamos en el computador.
Eso se llama presbicia. Es una parte natural del proceso de envejecimiento y que afecta a todas las personas. Lo que sucede es que nuestros ojos se cansan, el cristalino necesita cambiar su forma para enfocarse en objetos que están cerca, pero va perdiendo elasticidad para realizar ese movimiento.
La tecnólogo médico de la Universidad San Sebastián, Ana Riquelme, explica que “este lente tiene forma biconvexa, está situado detrás del iris y su principal función es enfocar los objetos en los cuales fijamos nuestra vista, a las distintas distancias en que se encuentren situados, de manera que sin estar conscientes de ello, el cristalino cambia su forma, aumentando su curvatura y espesor, lo que conocemos como acomodación, para enfocar los objetos más cercanos y para enfocar los objetos lejanos disminuirá su curvatura. Sin embargo, este proceso de acomodación, tan dinámico, comienza a disminuir, sin causa aparente, a partir de los 40 años, fenómeno llamado presbicia, el cual trae como consecuencia la falta de enfoque para la visión cercana, que actualmente con los dispositivos electrónicos, como computadores, tablets, celulares, es la más usada”.
La académica de la USS puntualiza que no todas las personas manifiestan presbicia a la misma edad, “ya que dependerá de si presenta o no un vicio de refracción previo, que se define como un desbalance del sistema óptico que impide que los rayos de luz hagan foco en la retina. En el caso de una persona que presenta miopía o disminución de la agudeza visual para la visión lejana (5 mts o más), la presbicia se manifestará más tardíamente. Por el contrario, en las personas hipermétropes que presentan disminución de la visión para lejos y cerca, la presbicia se puede presentar más precozmente”.
Uso de lentes
Ante esta situación se necesita el apoyo de los lentes. ¿Qué tipo de anteojos? Según la académica USS, uno de los tratamientos es el uso de lentes de lectura, que básicamente reemplazarían la acción que está perdiendo el cristalino. “Son lupas de distintas graduaciones, dependiendo de la edad de la persona. Estos lentes pueden ser unifocales, sólo para uso en la visión de cerca (50 cms); los bifocales, que permiten en un solo lente la visión de cerca y lejos; y los multifocales, que como su nombre lo dice, corrigen la visión de lejos, de media distancia ( 3mts) y de cerca, en un solo lente. Cada persona, debe elegir el lente de acuerdo a las actividades que realice”.
A juicio de Riquelme, “lo más importante es que cuando se presentan los primeros síntomas de la presbicia. Ahí, responsablemente, antes de adquirir un lente de cerca, se debe consultar al oftalmólogo para que certifique la integridad del sistema óptico y la ausencia de patologías latentes y asintomáticas como el glaucoma, enfermedad que conduce a la ceguera irreversible y cuyas manifestaciones clínicas son muy tardías debido a que la persona que la padece, no presenta síntomas; es entonces en esta etapa cuando se hace prevención o diagnóstico de esta patología y otras. Esta es la relevancia que reviste la consulta médica”.