A Trump le preocupan más los asuntos comerciales que los presupuestarios

Publicado por Equipo GV 4 Min de lectura

Su Administración valora más el déficit por cuenta corriente que el de los presupuestos.

 

Los datos por cuenta corriente del US Bureau of Economic Analysis correspondientes al segundo trimestre de este año mostraban de nuevo un déficit de tamaño considerable, particularmente en el comercio sin contar la energía, según recuerdan los analistas consultados por iFOREX.

El boom de la energía impulsado por el shale gas o gas de esquisto o de fractura hidráulica y el petróleo ligero ha reducido la dependencia de Estados Unidos en las importaciones de energía, mejorando a cambio las lecturas por cuenta corriente. Sin embargo, el país es todavía un importador neto de petróleo al ritmo del 0,4% de su Producto Interior Bruto (PIB), incluso si estas importaciones han descendido de forma abrupta desde el 2,8% del PIB en el tercer trimestre de 2008.

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Los expertos de iFOREX señalan que las cifras de mejora en el comercio energético enmascaran una foto todavía frágil del comercio sin la energía. De esta manera, si excluimos el petróleo, el déficit comercial de Estados Unidos fue del 3,7% del PIB en el segundo trimestre de 2017, por encima de la media del periodo 2000-2017, que fue del 3,3%. Y fue de sólo el 2,1% del PIB en el año 2009.

El actual déficit por cuenta corriente, junto a un deterioro en marcha en el déficit presupuestario (3,7% del PIB también, según los datos del segundo trimestre por parte del Tesoro estadounidense), sólo pueden revivir los miedos históricos del país norteamericano sobre sus dobles déficits o ‘déficits gemelos’, señalan a iFOREX, que vienen desde los primeros años 2000.

La Administración de Donald Trump se ha estado centrando en el comercio más que en el déficit presupuestario, proponiendo algunos remedios controvertidos. Según las opiniones de los economistas consultados por iFOREX, adoptando una estrategia proteccionista, la Administración busca reducir las importaciones y quiere revisar los acuerdos comerciales, incluyendo el NAFTA (North America Free Trade Agreement) o Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994, tras dos años de negociaciones.

Los expertos recuerdan que Donald Trump describió el Tratado como el “peor acuerdo comercial de la historia”, responsable de la pérdida de empleos y de la fuga de empresas, y su renegociación inmediata con México, o en caso de no poder hacerlo, su eliminación, fue una de las promesas de la campaña electoral del hoy presidente de los Estados Unidos.

“Como punto inicial de las negociaciones, deberíamos trabajar en lo que ha funcionado del TLCAN y cambiar o mejorar lo que no funciona”, dijo Robert Lighthizer, representante de la Oficina del representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).

Por otro lado, hay también una vehemencia particular hacia China, recuerdan en iFOREX, a la que Lighthizer, llamó una amenaza ‘sin precedentes’ para el comercio global. Al mismo tiempo, la Administración Trump está siendo particularmente ligera para negociar con el déficit presupuestario, creyendo – tal vez de forma un tanto infantil – que un crecimiento más elevado se encargaría de él.

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