Por Dr. Juan Andrés Mosca, psiquiatra y académico Facultad de Medicina U. San Sebastián
Chile vive una situación muy preocupante de salud pública, que pasa por la adquisición de hábitos poco saludables y que generan enfermedades graves a corto plazo y mortalidad prematura. Es así como a las altas tasas de obesidad en todas las edades, sedentarismo, estrés y violencia, se suma el preocupante aumento de consumos de marihuana, tranquilizantes y analgésicos sin receta médica.
Esto, tras conocerse un aumento del 215% en el consumo de cannabis sativa según reveló el XII Estudio Nacional de Drogas en Población General realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA). Ahí se detalla que el consumo pasó de 4,6% en el 2010 a 14,5% en el 2016. Esta alza se registró tanto en hombres como en mujeres.
Bajo esta nueva realidad país, cabe destacar el gran daño que produce la marihuana a nivel neurológico, que se traduce en muerte neuronal y enfermedades psiquiátricas secundarias como cuadros depresivos, psicosis, trastornos de pánico, pudiendo llevar incluso a la muerte por suicidio y accidentes.
Lejos de percibir ello, la percepción de riesgo de la población ha disminuido significativamente pasando desde 1 de cada 2 a sólo 1 de cada 5 personas las que perciben como riesgoso consumir marihuana, lo que explica el por qué ha aumentado tanto el consumo de esta dañina droga.
Las políticas públicas implementadas los últimos años han dado un equivocado paso a las drogas que avanzan y que se ubican con un mecanismo adictivo biológico psicológico muy difícil de superar una vez ya instalado. Las consecuencias de este aumento de consumo lo veremos en los próximos años y a largo plazo en una población que aumenta su esperanza de vida, y en la cual las enfermedades crónicas complicarán su calidad de vida, y donde las capacidades de la red de salud serán superadas.
Que estos resultados se entregaran a fines de diciembre sólo muestra cómo se ocultan los malos resultados de salud pública con motivos electorales y cómo se ha manejado la salud pública sin un continuo de profesionalismo y de continuidad en las estrategias de salud del país.