Bernardo Javalquinto
Académico Facultad de Economía y Negocios, U.Central
Claramente insertos en el contexto global, siempre hemos oído que Chile es una economía estable, y en líneas generales, es cierto. Un crecimiento sostenido, desempleo controlado, pero con una inflación alta.
Tras el terremoto del 27 F de 2010, se incrementó la actividad económica, hubo un buen crecimiento y un bajo desempleo por la cantidad de mano de obra para hacer frente a la reconstrucción del país. El Banco Central tomó las medidas que correspondían y mantuvo controlada la tasa de interés, no obstante, ahora, diversos medios y expertos auguran un alza para quedar a fin de año con una inflación en torno al 3 a 4%.
¿Esto explicaría la paradoja actual de un mejor crecimiento y un peor comportamiento del empleo?
Cuando el Banco Central eleva la tasa de interés, los inversionistas dejan de invertir dinero y comienzan con sus famosas reducciones de costo; es decir, despidos de trabajadores.
Chile no va seguir creciendo a las tasas con las cuales lo ha hecho post-terremoto y eso crea una recesión dentro del país. Si bien el vaivén de las grandes economías nos afecta como país, es hora de que Chile se preocupe de lo que le ocurre internamente y pida a sus empresarios que no despidan a las personas, que comiencen a pensar como los países desarrollados y que cuando hablen de reducción de costo sea para hacerlos más eficientes. Esa acción hace que el trabajador, la empresa, la comuna, la región y el país continúen en el camino del desarrollo sustentable, de lo contrario vamos a crear un mal innecesario.
Gracias, Arregi. Amén y más.