Acabo de entrar a la web del Tribunal Constitucional y revisar sus fundamentos y los datos de quienes lo integran, y la verdad es que ninguno de ellos es Aristóteles ni tienen las competencias para dirimir cuestiones en relación directa con lo que sería una democracia real. Es decir, “un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”. Tal tribunal y sus integrantes son meros tecnócratas del derecho y custodios de leyes oligárquicas dictadas en beneficio de los ricos, que cuando presienten la más leve “vulneración” a ellas se comportan como un ayatolá. Un verdadero Tribunal Constitucional debería ser el plebiscito. Las leyes deben ser aprobadas por el pueblo en su conjunto, no por “iluminados” en nombre de ellos. Por lo tanto, el TC debe ser erradicado e instaurar en su lugar el plebiscito. Por eso se debe luchar.