Domenico Nordio en gran recital

Publicado por Equipo GV 4 Min de lectura

Por Jaime Torres Gómez

Domenico Nordio

La figura del afamado violinista italiano Domenico Nordio es familiar en Chile y particularmente en Viña del Mar, tras una galardonada participación en el Concurso Sigall a comienzos de los 90.

De descollante trayectoria, Nordio dispone de una impresionante variedad repertorística, siendo además un destacado difusor de obras de compositores italianos contemporáneos.

Si bien ha estado en múltiples ocasiones en Chile, esta vez vino invitado por el Instituto Italiano de Cultura en el marco del Aniversario de la República Italiana, y junto al joven y excelente pianista Orazio Sciortino. Las actuaciones se dieron en Santiago (Teatro Oriente) y Viña del Mar (Aula Magna de la Scuola Italiana), presenciándose en esta última ciudad.

No obstante varios cambios en el programa -la mayoría felices-, empero se extrañó la eliminación de la Sonata Kreutzer  de Beethoven y el Tzigane de Ravel, las que sin duda se habrían hecho a un alto nivel, esperándose verlas en un futuro cercano junto al mismo dúo.

De perfecta unidad programática, casi todas las obras tuvieron directa relación italiana, iniciándose con la  Sonata (en re menor Op. 10) de Vivaldi en arreglo de O. Respighi. Dado su personal carácter, no es fácil abordarla históricamente informada, aunque el arreglo de Respighi (1910) le imprime un espacio de ricas (y libres) posibilidades expresivas. Nordio, poseedor de un amplio, cálido y terso sonido, cautivó en idiomatismo (de apasionado carácter) con honda expresividad y deslumbrante técnica. Excelente complemento del magnífico pianista, con digitación precisa y de pleno entendimiento.

Seguidamente, una notable versión de las Cinco Melodías Op. 35b de Prokofiev, originalmente para soprano y piano (Canciones sin Palabras Op. 35). De inmensa exigencia técnica, Nordio descolló en una generosa exposición de las líneas melódicas, certeros matices e impresionante calidad de armónicos. Y Sciortino, con hermoso toucher, destacó en claridad armónica y fabuloso sentido del color.

De Stravinsky se ofreció la Suite Italiana, obra del período neoclásico del compositor, basada en temas del ballet Pulcinella (a su vez inspirado en obras de Pergolesi y otros compositores del siglo 18). Nuevamente el notable violinista impresionó con elocuencia discursiva servida de irrefutable musicalidad, magnífica proyección de sonido, certeras diferenciaciones de planos sonoros y completa empatía al carácter en cada sección, más un Inspirado apoyo del pianista.

Como última obra, una versión de fuerte impacto de la Tartiana Seconda, de Luigi Dallapiccola (1904-1975), relevante compositor italiano contemporáneo. Gran interés constituyó ver esta obra junto a Domenico Nordio al tenerla grabada para el sello Sony, siendo de gran relevancia presenciársela en vivo. Compuesta para violín acompañado alternativamente de orquesta o piano, está basada en obras de Giuseppe Tartini (1692-1770), siendo una libre estilización (en clave contemporánea) de una obra barroca,respetando su carácter y color instrumental, no obstante una completa intervención tonal más una serie de inversiones y trasposiciones. La autoridad de cátedra develada por ambos artistas dieron cuenta de una extraordinaria interpretación, constituyendo un gran aporte al medio local.

En suma, una notable presentación, con un violinista que demostró su privilegiada posición en la escena internacional junto a un pianista que amerita seguirle su desarrollo profesional, más un programa con obras escasamente ofrecidas, instándose a un pronto regreso de ambos, como solistas o dúo.

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1 Comment
  • La critica de Jaime Torres, es de una calidad descriptiva que hace que el lector se traslade al evento mismo deseando ferviertemente haber estado en el concierto disfrutando de las interpretaciones del maestro.
    Gracias Jaime por tal articulo y gran trabajo!

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