¿Cuándo advertir una crisis respiratoria en niños y adultos mayores?

Publicado por Equipo GV 6 Min de lectura

Son varias las señales de alerta, lo importante es poner atención a estos signos para prevenir cuadros más complejos especialmente en el período invernal cuando se produce un peak de las enfermedades respiratorias.

tosEn invierno y condiciones de calefacción, baja ventilación y opción por lugares cerrados o indoor aumenta probabilidad de  microorganismos que pueden generar un compromiso mayor de las vías respiratorias como es el caso del síndrome bronquial obstructivo en lactantes y  la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC.

Karen Rouliez, académica de la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián explica que “las señales de alerta tienen que ver con el compromiso del estado general del niño asociado a un cuadro de apremio respiratorio que va más allá de  24 horas días de evolución, en el cual también se rechaza, el pecho o la alimentación y hay signos respiratorios muy clásicos tanto en bebés muy pequeños como en niños de 12 ó 24 meses. Se trata del aleteo nasal, quejido al respirar,  las retracciones subcostales que no deben confundirse con el patrón abdominal de respiración y que son principalmente el hundimiento de las costillas intercostales”.

La académica agrega que además del decaimiento “se produce un quejido cuando los bebés botan el aire y eso tiene que ver con el aumento del trabajo ventilatorio. Hay que consultar de inmediato a un médico, especialmente si son menores de 6 meses”.

Adulto Mayor

La docente indica que cuando se trata de un adulto mayor, “se presenta un compromiso del estado general, pero hay que estar atentos porque a veces con un cuadro respiratorio no presentan fiebre. Además también hay hundimiento de las costillas y quejidos al respirar”.

Sin embargo, la kinesióloga enfatiza que “la presencia de labios morados o la misma tonalidad en los pulpejos de los dedos es una emergencia, ya que constituye un signo tardío de por un cuadro respiratorio.

Rouliez señala que por la situación estacional existe la “campaña de invierno que refuerza  “hay un programa IRA que corresponden a las Infecciones Respiratorias Agudas en el nivel pediátrico (no debe ir y un programa ERA en el Ministerio de Salud que son las Enfermedades Respiratorias en Adultos. Para ambos casos está garantizado el control y seguimiento farmacológico y no farmacológicos de estas u otras condiciones de salud”.

Asimismo, la docente USS precisa que dentro de ese contexto se propicia el control de los factores de riesgo intra y extradomiciliarios para la ocurrencia de enfermedades respiratorias.  Por ejemplo, es más agudo en el nivel pediátrico, “el síndrome bronquial obstructivo que se genera por la confluencia de factores morfológicos pero también  por la gran cantidad de virus respiratorios que están circulando y asociados al ambiente y la contaminación”.

 

La kinesióloga añade que se produce en los pacientes una hiperreactividad de las vías respiratorias a raíz de diversos microorganismos, por ejemplo de origen viral como una Bronconeumonía, el  Virus Respiratorio Sindical o algún tipo de Influenza, lo que favorece una obstrucción o el aumento de la resistencia al paso del aire en los pulmones.

Tratamiento Kinésico

Rouliez afirma que el pilar medular de los programas IRA y ERA es el profesional Kinesiólogo  ya que no sólo se requieren de determinados tipos de ejercicios sino también de inhalo terapia, luego de un diagnóstico previo y la valoración del cuadro respiratorio. “Se trata de favorecer, optimizar o recuperar la función respiratoria.

Pero, los ejercicios respiratorios kinesiológicos no solamente uno los tiene que asociar a  técnicas  manuales. Parten desde la educación hasta el uso de un inhalador (pufs) y la Aero-cámara o espaciador y oxígeno terapia,  puntualiza la docente.

Además aclara que la duración, cantidad y tipo de sesiones kinésicas dependerá de los signos y síntomas del examen físico y razonamiento clínico.

En el caso de las técnicas respiratorias manuales para tratar a los niños, “son presiones directas en el tórax para favorecer la entrada de volúmenes pulmonares con cierta velocidad y facilitar la ventilación y permeabilización de las vías respiratorias. Es decir, remover las secreciones en zonas que no hay reflejo de tos”.

Sobre los adultos mayores, la kinesióloga explica que “la presión es distinta y se maneja el concepto de la fragilidad de los pacientes y existe los ejercicios activos dirigidos en la mayoría de los casos, lo que permite una colaboración en este proceso en que se manejan los volúmenes pulmonares y en la asistencia de la tos”.

Además recalca que “la permeabilización de las vías respiratorias y ejercicios para favorecer la entrada de aire es muy importante, que la disminución de movilidad espontánea y respirar a volúmenes corrientes más bajos se generan zonas de hipoventilación, que son un factor de riesgo para infecciones respiratorias (neumonía del adulto mayor)”.

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