Casi siete años, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, verdadera prisión más cómoda, que el Ex Presidente Correa otorgó a Julián Assange y que el Presidente Moreno puso término. Buscó complicar a Estados Unidos que lo juzga por dedicar WikiLeaks a hackearle, entre otros incluido Chile, sus comunicaciones electrónicas y divulgarlas.
Se calificó de asilo, aunque jurídicamente no cumple sus requisitos, pues no se le persigue por delitos políticos sino comunes; ni hay estado de conmoción interna en ningún país. En Gran Bretaña, que negó el salvoconducto; en Suecia, acusado de violación hoy suspendida; en Estados Unidos, extraditable; o Australia, su origen. No obstante, cuenta con decididos y amplios apoyos como ejemplo de la esencial libertad de prensa. Sería importante analizar si ésta comprende descifrar la informática de seguridad nacional, transferencias bancarias, correos de relaciones privadas y similares.
Se afirma que estaba en territorio ecuatoriano, la Embajada, lo que nunca sucede, pues podría cambiarse a voluntad. Eso sí, gozan de inmunidades ante los tribunales de la sede para proteger sus funciones, según la Convención sobre Relaciones Diplomáticas. También se protegen las comunicaciones oficiales. Assange utilizó una y viola la otra.
Todo país es soberano para otorgar refugio o asilo cumpliendo las normas, o ponerlo en manos de la justicia si resulta conflictivo, como Assange.
Samuel Fernández Illanes
Académico U. Central.