Por Sergio Jara, matrón y docente Facultad de Medicina y Ciencia, U. San Sebastián
El destete corresponde a un proceso de transición donde el niño cambia paulatinamente su forma de alimentarse, pasando de lactancia materna exclusiva a lactancia y alimentación complementaria, para finalmente independizarse totalmente del pecho de la madre.
La producción de leche materna está dada por un mecanismo hormonal basado en las señales derivadas de la succión del bebe del pecho materno, produciendo un aumento de la prolactina hormona clave en la producción láctea y de la oxitocina que tiene efecto la eyección láctea. Suprimiendo la succión también, en consecuencia, se suprime la producción de leche.
El destete es un proceso natural e inevitable en el desarrollo de los niños, debido que después de cierta edad la leche humana no cubre las necesidades nutricionales por sí sola, necesitando un mayor aporte de hierro, zinc, vitamina E, grasas y proteínas.
Desde el punto de vista de las necesidades nutricionales del bebe, el iniciar la alimentación complementaria antes de los seis meses no reporta ningún beneficio, al contrario, puede provocar algún problema en el desarrollo anatómico, funcional y digestivo. La madurez necesaria de los niños para iniciar el destete es alrededor de los seis meses de edad.
Este proceso puede ser natural, es decir, que ocurre cuando el niño comienza aceptar el incremento de cantidades y distintos tipos de alimentación complementaria, sin dejar de amamantar bajo demanda. En este caso el destete completo suele darse entre los dos y cuatro años de edad.
También puede darse un destete planeado, que ocurre cuando la madre decide destetar al niño sin que necesariamente esté preparado para dejar de amamantar. Algunas razones comunes para iniciar un destete planificado son la insuficiencia de leche materna, preocupaciones sobre el crecimiento del bebe, mastitis o que la madre debe volver a trabajar.
Existen otras situaciones que podrían provocar un destete abrupto como enfermedad materna grave, una separación prolongada no planificada, algunos medicamentos incompatibles con la lactancia (no hay muchos) o el abuso de drogas. En cualquier caso, la madre debe seguir en estrecho contacto físico con el niño, si es posible, siendo el proceso de destete lo menos traumático para la madre y el niño.
Es importante que el personal de salud pueda indagar en las razones de la madre para el destete y proporcionarle información para que ella pueda tomar una decisión informada. En cualquier caso, los profesionales deben estar en condiciones de apoyar a la madre y en caso de que no esté en condiciones de ayudar, derivar a algún especialista en lactancia materna.