Tres brasileños y un chileno, economistas que transitaron del ‘progresismo’ al neoliberalismo extremo

Publicado por Equipo GV 10 Min de lectura

Considerados traidores por la izquierda ortodoxa, se hermanan en una vergonzosa ‘renovación’ beneficiando exclusivamente al capital financiero. Siglo veinte ‘cambalache’, y veintiuno también 

 

Por Arturo Alejandro Muñoz

Cesar_MaiaEl año 1964 marcó el inicio de etapas disímiles en ambas repúblicas, pues mientras en Chile asumía  democráticamente el gobierno de Eduardo Frei Montalva proponiendo una “revolución en libertad”, o ‘tercera vía’ entre socialismo y capitalismo, allá en Brasil, los militares –empujados con fuerza por el empresariado, por los “fazenderos” y por Estados Unidos- derrocaban al gobierno constitucional de Joao Goulart, iniciando una larga y sangrienta dictadura bajo el pretexto de la ‘seguridad nacional’.

Se produjo entonces una especie se hégira de intelectuales y políticos brasileños hacia países europeos y hacia Chile, en ese entonces tal vez la democracia más sólida de Sudamérica. Algunos de aquellos exiliados llegaron a constituirse en importantes personajes del acontecer político y cultural brasileño años más tarde, cuando regresaron a su tierra natal para ocupar cargos de relevancia. Durante sus estadías en nuestro país destacaron en tareas universitarias, y su impronta académica sigue presente en varias casas de estudios superiores. Ese fue el caso José Serra, César Maia y Fernando Henrique Cardoso.

Pues bien, una vez retornados a Brasil, las historias de Serra, Cardoso y Maia se emparentan. Vea usted lo siguiente.

César Maia.  Estudió Ingeniería en la Universidad Federal de Ouro Preto  y luego Economía en la Universidad de Chile.  Enfrascado en la lucha por la democratización de Brasil después del golpe militar de Castelo Branco en 1964, ingresó al Partido Comunista Brasileño, participando en congresos estudiantiles. Perseguido por la dictadura se exilió en Chile. Aquí estudió en la Escuela de Economía de la Universidad de Chile junto a su compatriota José Serra. En Santiago, se casó con la chilena Mariangeles Ibarra.

Luego de un período como político progresista, hizo un severo giro a la derecha, transformándose en uno de los principales exponentes de la derecha brasileña. Fue nominado para ser candidato a Presidente de la República por los Demócratas (DEM) para los comicios del 2006 y del 2010.. Es oportuno informar que el DEM, es un partido conservador que fue la base política de apoyo a la dictadura militar en Brasil (1964-1985), vale decir, a la misma dictadura que obligó a Maia a exiliarse en Chile durante los gobiernos de Frei Montalva y Allende Gossens, y que ahora reverbera en la mente de Jair Bolsonaro, actual presidente del Brasil.

En 1991 Maia fue ‘prefeito’ (alcalde) de la ciudad de Rio de Janeiro. Actualmente, es ‘vereador’ (concejal) en ese municipio, y se ha manifestado no sólo fue un opositor severo de los gobiernos de Lula da Silva y de Dilma Roussef, sino también es ‘fans’ del sistema neoliberal en su faceta de mayor salvajismo, declarando admiración sin límites por lo que han realizado en Chile los políticos del duopolio y las transnacionales, sus verdaderos maestros.

José Serra: No pudo concluir sus estudios de ingeniería ya que, cuando se ejecutó el golpe militar de1964 se exilió en Bolivia y luego en Francia. Volvió a Brasil clandestinamente durante unos meses, pero decidió salir otra vez, estableciéndose en Chile. Aquí fue profesor y ocupó un cargo en el gobierno de Salvador Allende. Está casado con  Silvia Mónica Allende (chilena).  En el golpe de estado de 1973 fue encarcelado en el Estadio Nacional. Cuando salió de Chile viajó a los EEUU.

Es  miembro del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el mismo del ex-presidente Cardoso. José Serra fue diputado federal,  senador, ministro de Planificación y ordenamiento y ministro de salud. En las elecciones estaduales del 2006  fue elegido gobernador del estado de Sao Paulo. Años más tarde, el 2010, como candidato a la presidencia de Brasil resultó derrotado por Inâcio ‘Lula’ da Silva.

Fernando Henrique Cardoso. Cursó estudios de Sociología en la USP (Universidad de Sao Paulo) y fue el líder de un círculo de intelectuales marxistas con el nombre de “Grupo del Capital”. Presidió la Asociación Internacional de Sociología con sede en Amsterdam y es miembro de la Academia de Ciencias y Artes de Estados Unidos. Es autor de varios libros, como, “Dependencia y Desarrollo en América Latina” (1969).

Fue perseguido por sus ideas políticas durante los gobiernos militares brasileños, y sus libros fueron también prohibidos. Obligado a abandonar el país se trasladó a Chile donde se vinculó a la CEPAL, trabajando allí (en Santiago) durante largos años. Al regresar a su patria, fundó el Partido de la Socialdemocracia Brasilera (PSDB). En noviembre de 1992 fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores por el Presidente  Itamar Franco.
Desde 1985 hasta el 2002 fue presidente de Brasil luego de haber derrotado electoralmente a su opositor, el candidato por el Partido de los Trabajadores Luis Inâcio Lula da Silva. En las elecciones de 2003 el candidato de su partido (PSDB, conocido como “los Tucanos’) fue derrotado por el propio Lula da Silva.

Fernando Henrique Cardoso forma un equipo de trabajo –para charlas internacionales en beneficio del sistema neoliberal- junto al español Felipe González y al chileno Ricardo Lagos Escobar, todos ellos ex-presidentes de sus respectivas naciones y todos, también, provenientes de la izquierda, habiendo girado luego hacia posiciones capitalistas extremas.

Lo interesante, o extraño, es que Serra, Maia, Cardoso y Lagos, entre 1965 y 1973 trabajaron y/o estudiaron en el mismo lugar, en la Facultad de Economía de la Universidad de Chile o en uno de sus institutos y departamentos. En la época de la Unidad Popular se les veía asistiendo con mucha frecuencia a las dependencias de una sede que la Facultad  poseía en calle Condell, en la comuna de Providencia, conocida en el ambiente universitario como “Escolatina”, donde se analizaba la realidad económica latinoamericana y se dictaban maestrías, entre otras tareas.

La corrupción es parte del soporte sobre el cual descansa el capitalismo; sin ella, no hay país ni empresa que pueda mantener ese sistema en el mediano plazo. En Brasil la corrupción saltó a la luz pública cuando las pesquisas de la Policía Federal de Sao Paulo demostraron que autoridades de ese estado, y empresas extranjeras, habían montado una red de corrupción para la adjudicación de contratos ferroviarios. Semanas más tarde, documentos entregados por la justicia alemana a la brasileña revelaron que la compañía germana Siemens, allá por el 2001, había pagado más de ocho millones de euros en sobornos a dos representantes de la gobernación del estado de Sao Paulo para acceder a acuerdos ferroviarios en ese territorio.

Con el paso de los años, develados algunos sucesos, hoy cabe poca duda que en esas infiltraciones estaban las manos y conducción de los viejos politicastros “doctorados” en Chile, como Serra, Maia y Cardoso, seguramente orientados y aconsejados por sus amigos Ricardo Lagos, Fernando Flores, el mexicano Carlos Slim y el español Felipe González… los “cantamañana” del progresismo ultra capitalista latinoamericano, como se les conoce en España. O ‘los vende humo’, como se les llama en México.

Es dable suponer entonces que en una universidad chilena se produjera el primer paso para una transformación de estos personajes que, a juicio de muchos izquierdistas brasileños y chilenos, huele a traición. ¿Ella –la Facultad de Economía- fue realmente la ’maestra’ que les obnubiló la cátedra, o fueron los estipendios y ofertas de negocios ofrecidos por quienes en sus años mozos eran sus enemigos intransables? Esta última posibilidad es más cercana a la realidad, ya que en la Facultad mencionada, así como en ILPES y FLACSO, había economistas, investigadores y académicos de fuste, de gran  talla profesional, y progresistas sin dilación,  como Osvaldo Sunkel, Aníbal Pinto y Ricardo French-Davis, quienes propugnaban una Economía democrática, anteponiéndola a la marea que se avecinaba: el Capitalismo Autoritario…que fue finalmente el que se impuso y se instaló en Chile y en Brasil.

Esa pseudo corriente económica, ‘capitalismo autoritario’, es la que desde 1980 defienden y aplican nuestros personajes citados en esta nota, quienes en asuntos de Economía,parecen haber sido los antecesores ’ideológicos’ de Bolsonaro en Brasil

 

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