La ley reduce los costos, acorta los plazos y simplifica los trámites que cualquier usuario necesita realizar al cambiarse de banco o entidad financiera. Conoce todos los detalles.
El 8 de septiembre entra en vigencia la Portabilidad Financiera, normativa que junto con aumentar la competencia en la banca, favorecerá a los usuarios que quieran cambiarse de institución financiera.
En concreto, quien lo desee podrá migrar sus cuentas corrientes, líneas de crédito, créditos automotrices, créditos de consumo y tarjetas de crédito de una institución a otra, de forma más económica y expedita.
Para Francisco Aravena, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, la importancia de la ley radica en dos puntos:
Refinanciamiento: “Hay muchos créditos que las personas muy pocas veces pensaron en poder refinanciar porque tenían muchos costos de transacción asociados”, asegura el docente. “Costos administrativos, pérdidas de tiempo, firmas en notaría y otros procesos engorrosos desalentaban el desarrollo del trámite”, agrega.
A modo de ejemplo, refinanciar hoy un crédito hipotecario de 1.000 UF implica un costo cercano a los $700.000. Con la portabilidad dicho costo caerá cerca de 60%.
Mayor competencia: A juicio de Aravena, habrá una mayor “lucha” desde las instituciones financieras y entre los bancos. “Al tener una demanda más activa se podrá acceder a mejores condiciones de crédito (…) Podría optarse a tasas (de interés) más bajas y la rapidez con que reaccionaría el mercado sería distinta”, explica.
¿Cómo opera?
- Quien quiera cambiarse de entidad, o refinanciar un crédito, deberá solicitar un certificado de liquidación con la individualización y el detalle de todos sus productos. Trámite on line.
- El documento le permitirá cotizar en otras entidades.
- Cuando se elija una nueva institución, el cliente dejará firmada una solicitud de portabilidad financiera, lo que dará el vamos al proceso de cierre de productos en un lado y apertura de los mismos en otro.
- Será el nuevo proveedor quien realice la totalidad de las gestiones a nombre del cliente, abaratando costos y acortando los tiempos muertos.
- Se estima que la ley beneficiará al 97% de la población que tiene algún producto financiero.