Críticos literarios opinan y comentan novela de Arturo Alejandro Muñoz

Publicado por Equipo GV 11 Min de lectura

Aviso Tres hilos para una agujaLa primera edición en papel de la novela ‘Tres hilos para una aguja” (RialStat Editores, Santiago de Chile, Noviembre 2020), del autor Arturo Alejandro Muñoz (columnista del “Granvalparaíso”)  se agotó rápidamente. Las primeras reacciones de los lectores fueron de satisfacción y felicitaciones al autor.

Avanzadas algunas semanas, dos destacados críticos literarios y académicos de la ciudad de Rancagua, capital de la Región de O’Higgins, Chile, entregaron sus comentarios e impresiones respecto de la novela.

Helos aquí.

I.- 

Alejandro Latorre Quintanilla
Bachiller en Filosofía (Universidad Católica de Chile)
Licenciado en Educación
Magister en Educación
Diplomado en Docencia Universitaria
Crítico Literario
Escritor y Poeta 

<<Arturo Alejandro Muñoz nos gratifica con una nueva obra desglosada de su talento escritural. ‘Tres hilos para una aguja” (RialStat Editores, Santiago de Chile, 2020), dispone de 184 páginas en las que transcurre una historia cuya desarrollo acaece en tan solo veinticinco días.

<<Muñoz es un destacado escritor chileno –provinciano por querencia, aunque universal  por prosapia-  que ya ha sorprendido al mundo lector de su región y del país con otras obras, algunas de las cuales causaron escozor en muchas epidermis de ciertos hombres públicos, como también en conocidos políticos locales.

<<Su pluma es un verdadero estilete que abre sin vacilaciones el cuerpo social de hermosos y bucólicos sectores campesinos conocidos como el “Chile profundo”, dejando a la luz –en  varias de sus novelas- desigualdades e inconsecuencias de una supuesta democracia moderna, la  que estaría fallando debido a un centralismo exagerado que obliga a dudar cuánto y cómo ha avanzado Chile en su camino al desarrollo desde el término de la dictadura, el año 1990.

<<Respecto a la novela misma, lo primero que viene a la mente es la pregunta con la que se pretende desnudar el título; ¿por qué llamarla “Tres hilos para una aguja”?  A medida que se avanza en su lectura va surgiendo la luz, toda vez que se descubre la historia que ocurre quizás en muchos municipios chilenos, aquellos algo olvidados por la capital del país. Es así que en el capítulo décimo el autor señala: “toda comuna requiere de una administración. Eso es innegable. Un municipio es la aguja que borda, cose y zurce el paño comunal y esa aguja requiere hilo para su trabajo; ese hilo es el alcalde”.

<<Esta novela de Arturo Alejandro Muñoz, aunque ficción, pero briosa y potente, se esmera en denunciar el soborno y las malas prácticas de quienes dirigen ciertas municipalidades de características rurales, tanto así que en la obra que concentra nuestra atención el autor define al jefe del municipio de Las Calandrias (situado en una comuna aislada del mundanal ruido que emana de la política partidista de las grandes metrópolis), como una individuo “inculto, libidinoso, corrupto, sectario, vengativo y amante del culto a su personalidad”, una especie de pequeño feudal o caudillejo parido en la ruritania gracias a la desidia de las autoridades nacionales y de sus instituciones más destacadas.

<<En las hojas de ‘Tres hilos para una aguja’, formando parte de la corte de los milagros que rodea a personajes como el ya detallado, surgen las amantes del mismo, mujeres con escasa ética dispuestas a cualquier indignidad en beneficio de obtener alguna granjería que les permita una mejor sobrevivencia o, también para mantener sus trabajos obtenidos por ‘benevolencia’ del tiranuelo local. Es un hecho que en las 184 páginas muchos lectores verán reflejada su propia comuna, su propio municipio, lo cual torna esta obra en chilenamente universal.

Es oportuno recordar que Muñoz –sin el apoyo de la parafernálica prensa nacional- ha publicado diez novelas, algunas de ellas con evidente éxito, como fue el caso de ‘Señor Concejal’, ‘Operación Almendra’ (cuyas tenebrosas dificultades para ver la luz en plena dictadura militar ameritan un escrito aparte), ‘Sangre en la garganta del diablo’ y ‘El honor de un cobarde’, esta última poseedora de muy positivas críticas internacionales.

<<’Tres hilos para una aguja’ es una novela ágil, dinámica, entretenida y reveladora que se lee con agrado. El virtuosismo escritural del autor lo permite, pues su pluma, definitivamente, no parece ser sólo chilena, sino más bien perteneciente a la vastedad literaria del planeta.

<<Esta novela, debo decirlo, es la continuidad de otra obra del mismo autor. “Señor Concejal”, libro que en su momento causó sensación entre sus lectores, y ambas permiten entrar en los oscuros recovecos, trampas y corruptelas habidas en algunas olvidadas comunas rurales de ese ‘Chile profundo’ sobre el que este autor –con la irreverencia propia de todo literato audaz y valiente- gusta escribir y describir.

Muñoz es dueño de una muy particular identidad en la novelística. Su estilo es atrapante, único, el cual no sólo define su obra sino también su innegable maestría.

Con esta novela, sumada a “Señor Concejal”, Arturo Alejandro Muñoz ha rescatado el ‘criollismo’ y se alza como el mejor representante actual de ese género literario en nuestro país.

Si Manuel Rojas y Óscar Castro estuviesen vivos me atrevo a asegurar que coincidirían con mi opinión, y también felicitarían el arribo criollista de este interesante escritor que nació en Curicó, pero como él mismo reconoce, se “nacionalizó coltauquino”>>

II.- 

Luis Agoni Molina
Dr. en Estudios Americanos-
Mención Pensamiento y Cultura
Magister en literatura latinoamericana
(Ambos grados otorgados por la USACH, Universidad de Santiago de Chile)

<<Esta nueva novela de Arturo Alejandro Muñoz tiene como base un tema político acaecido en la ficticia comuna de Las Calandrias, y así se plantea desde el principio.

<<Hay un solo narrador de tercera persona a lo largo de la historia. Aparte de su omnisciencia es un narrador que no se calla la impresión que le producen ciertas situaciones, por ejemplo: “¡Cuándo no!”, lo que a juicio del suscrito no sería muy apropiado  en el sentido que tales impresiones debería dejárselas al lector como consecuencia la maestría narrativa.

<<Hay también un manejo muy bueno del lenguaje y una dosis equilibrada de ciertos adornos en ese lenguaje, aunque predomina la narración dinámica, directa, que es muy apropiada para una novela como esta, porque reproduce con fidelidad las acciones que se describen. Igualmente, son muy buenos los diálogos que con frecuencia dicen más de lo que dicen.

<<El ambiente creado por el autor, en la novela por cierto, es un verdadero Macondo de la corrupción que tiene como eje al alcalde, quien domina el pueblo como un tiranuelo, un cacique político inmoral. Él es el gestor y sostenedor de los ilícitos edilicios, y sus consecuencias contaminan toda la comuna. Además, el hombre se alimenta de otros corruptos más poderosos (diputados y senadores) que lo sostienen en el poder. Incluso el amor está mediado por la corrupción o, mejor dicho, casi no existe porque se reduce a ir a pasarlo bien  el “Bésame Mucho” a cambio del ’pituto’ (granjería) respectivo.

<<Sin embargo, hay por lo menos dos o tres personajes que encarnan la salvación de la comuna y que provienen de diferentes posturas ideológicas: el viejo y romántico socialista que viene desde el sur a recuperar a su pueblo, pero se da cuenta que también su partido  se ha metamorfoseado en neoliberal y es parte de la corrupción. Él encarna la decepción del pueblo socialista y el escepticismo consecuente (entre los que me cuento).  La gerenta del taller mecánico (parece de centroderecha, aunque  más moral que política), y el periodista que es fundamental para conseguir la caída del cacique local. Muy bien logrado todo este ambiente gracias a que las piezas van calzando para alcanzar el desenlace que en realidad es un final abierto, abierto para seguir con la saga, ¿verdad?

<<Las acciones al principio de la novela aparecen dispersas y con un carácter más bien defensivo frente a los actos de corrupción del alcalde. Pero, poco a poco se van configurando como un bando que tiene como enemigo central al jefe edilicio; sólo falta que se coordinen para asestarle el golpe final que lo lleve a la cárcel, y así sucede de manera natural y coherente. De aquí se deduce que el suceso principal de la novela es narrar el auge y caída de un alcalde corrupto. Lo que suceda después en el pueblo será motivo de otra novela. Ojalá así sea.

<<Si bien la historia se ubica en el presente y el libro se edita precisamente durante un conocido y ya extenso contexto de corrupción que podría no ser novedoso para muchos lectores, la historia está bien lograda, pues la obra se torna valiosa por sí misma y no por el referente real. Eso es lo que de inmediato se aprecia a ojo de buen lector. Además, don León Tolstoi debe estar contento en su tumba allá en Yasnaia Poliana (Rusia), porque en un pequeño país ubicado al otro extremo del planeta hay un escritor que también describe bien su aldea.

<<Felicitaciones a Arturo Alejandro Muñoz por este nuevo hijo literario que merece la mayor difusión posible, porque sus atributos y fortalezas lo ameritan>>

 

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