Por Javier Huiliñir Curío
Académico Formación e Identidad
U. Santo Tomás
Fernando Savater, filósofo español, ha escrito numerosos textos donde ha resaltado la importancia de la filosofía en el siglo XXI. Uno de estos escritos titulado “La aventura del pensamiento”, realiza un recorrido histórico de la filosofía, mencionando hitos y personajes importantes de cada época (edad antigua hasta nuestros días). Lo particular de este libro, son dos cosas: primero, la mirada histórica propuesta, respecto a cómo es desarrollado el pensamiento filosófico en cada contexto, destacando la importancia del territorio geográfico y social, sobre quienes están en la búsqueda de nuevos saberes y el impacto que esto tiene al momento de desarrollar estas exploraciones. Segundo, el título de la obra, aventurarse a responder las distintas interrogantes de forma personal y social, no como una acción inmediata, tampoco, con respuestas precisas e incluso, posibilitando el ejercicio constante de pensar, generando así, una aventura lo que trae consigo nuevas reflexiones.
Lo anterior, es explicado por la filosofa chilena Beatriz Contreras Tasso a un grupo de estudiantes ante la pregunta ¿qué es la filosofía? “…La filosofía nos abre a una forma de ver el mundo, distinto, cuando iniciamos la búsqueda filosófica, abrimos una puerta y parece que nunca más la vamos a cerrar; iniciamos un sendero que es la pérdida de la certeza natural en la que habitamos; la (el) filósofa (o) se da cuenta que puede encontrar capas de explicación subterránea, puesto que para ella (él), las cosas no son tal cual aparecen”.
En efecto, el ejercicio del pensamiento filosófico puede comprenderse como una búsqueda por el amor al saber, integrando la humildad y dejando de lado la forma egocéntrica para posibilitar el saber. Un aspecto importante en este sentido, es invitar a otros a esta aventura del pensamiento y a su vez, con otros, que tienen distintos intereses, estrechando lazos, y a su vez, cultivando el pensamiento crítico desde la pregunta del “por qué”.
Por lo tanto, el hacer filosofía, no está destinado exclusivamente para quienes la ejercen en distintas instituciones educativas de nivel secundario y universitario, la filosofía es parte de lo cotidiano de nuestras vidas y cada vez que nos interrogamos (¿por qué hago lo que hago? ¿por qué pienso lo que pienso? ¿por qué me gusta lo que me gusta?) estamos aportando y enriqueciendo nuestros territorios con múltiples preguntas y desafiándonos a ser parte de la aventura del pensamiento.