- De acuerdo con la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia, una de cada cuatro personas en todo el mundo muere a causa de enfermedades causadas por trombosis.
- Esta patología ocurre cuando se interrumpe el flujo de circulación sanguínea, a partir de allí el coágulo comienza a causar dolor e hinchazón.
- Entre los factores que causan la trombosis se encuentran la obesidad, el tabaquismo, la varice, entre otros.
La trombosis es una enfermedad vascular que se caracteriza por la obstrucción de las venas, generalmente en las piernas, causada por la presencia de coágulos (trombo) en la sangre. De acuerdo con la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia, una de cada cuatro personas en todo el mundo muere a causa de enfermedades causadas por esta patología.
Si bien en Chile no existen cifras exactas sobre la Enfermedad Tromboembólica en la población, un estudio de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) señaló que la tasa de incidencia anual se encuentra en un rango de 0,75 a 2,69 cada mil individuos, número que aumenta de 2 a 7 entre mayores de 70 años[1].
En detalle, esta enfermedad ocurre cuando se interrumpe el flujo de circulación sanguínea dentro de la pierna, a partir de allí el coágulo comienza a causar dolor e hinchazón debido a la inadecuada circulación. En situaciones extremas, el coágulo puede desprenderse de la pared de la vena y llegar al pulmón, causando una embolia pulmonar que incluso puede llevar a la muerte. Por ello, un estilo de vida sedentario resulta riesgoso, pues como los músculos de la pantorrilla ayudan a bombear sangre desde los pies hasta el corazón a través de las venas, una persona sedentaria es más propensa a tener estos músculos inactivos.
Cabe destacar que existen otro tipo de factores que inducen al padecimiento de la trombosis. La genética, por ejemplo, es una de las principales causas, pues existen investigaciones que demuestran que las trombofilias pueden ser transmitidas de padres a hijos. Laobesidad también es un factor de riesgo, puesto que el exceso de grasa corporal aplica una gran presión sobre las extremidades inferiores, dificultando la circulación de la sangre y propiciando el bloqueo y la formación de cúmulos de grasa en las paredes de las venas y arterias, causando no solo trombosis, sino también aterosclerosis, hipertensión e incluso accidentes cardiovasculares.
El tabaquismo, por su parte, también estimula la rigidez y la formación de placas en las paredes de las arterias, con ello el flujo sanguíneo disminuye y aumentan las posibilidades de contraer trombosis. Asimismo, una alimentación inadecuada también se relaciona con esta enfermedad, pues una dieta totalmente desequilibrada puede elevar los niveles de grasa en la sangre y dificultar su circulación. Otra de las causas que está relacionada con el padecimiento de la trombosis es la Varice, que afecta principalmente a las mujeres, ya que esta dilatación de las venas surge de una circulación sanguínea deficiente.
Hélida Silva, Directora de Asuntos Médicos en Diagnósticos de Siemens Healthineers en América Latina, comenta que: “Aunque la trombosis es un problema que debe abordarse con urgencia, a través de la prevención, el diagnóstico oportuno juega un papel clave para abordar y atacar el problema a tiempo, porque en la mayoría de los casos se están tratando las personas que ya están en estado crítico, y debemos crear conciencia para que consulten con profesionales de la salud y corran la voz de que existen tratamientos seguros y efectivos para las personas que ya padecen esta afección”.
Por lo tanto, combatir el tabaquismo, promover una dieta saludable, prevenir y tratar las varices y diagnosticar trombosis genéticas podría ayudar a detectar esta condición de manera temprana, evitando así posibles complicaciones futuras. Por ello, si se encuentra en alguno de estos grupos de riesgo, es importante tener un chequeo médico y conocer más de cerca las pruebas de diagnóstico que se deben realizar para detectar esta afección.
[1] ISTH Steering Committee for World Thrombosis Day. Thrombosis: a major contributor to the global disease burden. J Thromb Haemost 2014; 12: 1580–90