Por Isaac Fuentealba Egnem
Presidente ONG Conciencia Social
En medio de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado cívico militar, es necesario reflexionar y traer al presente aquellos dolores que fragmentaron nuestra sociedad, para que desde la memoria histórica responsable, podamos comprometernos a que nunca más en Chile la violencia sea la forma de terminar con nuestra democracia.
En este aspecto, muchas veces olvidamos que niños, niñas y adolescentes también fueron
víctimas de la crueldad de la violación de los derechos humanos por parte de la dictadura de
Augusto Pinochet.
De acuerdo a las cifras entregadas por las Comisiones de Verdad Rettig y Valech se desprenden datos como los siguientes:
- 150 niños, niñas y adolescentes fueron identificados como víctimas de ejecución en el
periodo de la dictadura, mientras otros 40 fueron víctimas de desaparición forzada. - 956 niños, niñas y adolescentes sufrieron la prisión política y torturas, mientras otros 102 estuvieron en prisión política acompañados de un adulto o adulta.
- 15 mujeres embarazadas fueron ejecutadas o desaparecidas
- 700 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos debido a la ejecución o desaparición
forzosa de sus padres.
Entre un sin número de víctimas, las niñas, niños y adolescentes deben también estar al centro de la reflexión. A 50 años del Golpe de Estado podemos decir con más convicción que nunca que los problemas de la democracia jamás pueden resolverse con el exterminio.