Por José Miguel Pérez
Director Regional Valparaíso
Enseña Chile
En los últimos cinco años, estudiantes de los tres primeros quintiles han enfrentado problemáticas regionales como crisis ambientales, pandemia, paro docente, entre otros. Lo anterior, ha contribuido a amplificar brechas académicas en estos sectores, donde el paso por las escuelas no ha permitido la adquisición de habilidades fundamentales para afrontar su futuro rol ciudadano, crisis que difícilmente podremos superar si no construimos un propósito común y sumamos personas con la convicción de revertir esta situación.
El Programa de Investigación para la Mejora de los Sistemas Educativos (RISE) en asociación con la Universidad de Oxford ha hecho entrega de una serie de recomendaciones, donde una de ellas indica que niñas, niños y jóvenes no pueden progresar en el aprendizaje sin dominar primero los conceptos básicos. Por ello, la alfabetización y la aritmética básica son habilidades vitales, necesariamente indispensables para prácticamente cualquier educación superior y, más aún, claves para llevar una vida empoderada y autodeterminada, específicamente en este grupo de estudiantes de países en desarrollo.
Para alcanzar este propósito común, no podemos sobrecargar únicamente a docentes, familias y equipos directivos. Se hace necesario sumar líderes diversos, con distintas miradas, profesiones y competencias que les permitan empaparse profundamente del problema desde el terreno y el desafío de lograr que todos los niños aprendan. Para que, con esta experiencia, puedan ser parte de los cimientos del sistema educativo y brindar oportunidades de aprendizaje a los estudiantes desde un propósito que todos compartimos.