Por Carola Rodríguez
Terapeuta ocupacional y académica U.Central
El Día Mundial de la Diabetes (DMD) fue creado en 1991 por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de la Diabetes, debido a la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa esta enfermedad. Se celebra cada 14 de noviembre por el aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en 1922.
El número de personas con diabetes a nivel mundial pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia de esta enfermedad ha venido aumentando más rápidamente en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos superiores.
En Chile habría 1.372.700 personas con Diabetes Mellitus (DM), lo que representa el 11% de la población adulta entre 20-79 años. Esta cifra coloca a nuestro país en el segundo lugar de Sudamérica, según la estimación del Atlas IDF (International Diabetes Federation) del año 2015.
La importancia epidemiológica de la Diabetes Mellitus no depende solamente de su frecuencia, sino también de la carga de morbilidad y mortalidad asociada, por lo que es causa principal de insuficiencia renal, ceguera y amputaciones de extremidades inferiores en Chile.
Uno de cada 200 diabéticos tuvo una amputación el 2014 y más de 16.000 recibieron tratamiento para úlceras de sus pies. Durante la última década la tasa de amputaciones en pacientes con DM ha aumentado un 28%.
Los terapeutas ocupacionales están en una posición única para mejorar la prevención de las ulceras del pie diabético en la cual el foco de atención es que las personas integren recomendaciones de cambios en su estilo de vida.
Desde un enfoque preventivo las personas diabéticas requieren integrar en su rutina diaria un examen de los pies, donde los TO pueden ayudar a las personas con limitaciones de movilidad a mejorar su autocuidado, por ejemplo, adaptando el examen de sus pies, con dispositivos, tales como espejos y/o posicionamiento, para lograr identificar el estado de la piel, estado de uñas, perdida de sensibilidad protectora, movilidad, temperatura y pulsos.
Es de mucha ayuda el cuidado de los pies en personas con diabetes que no presentan ulceras, la elección del calzado, el cual debe ser deportivo, como zapatillas, con horma ancha y ajustar dejando 1 cm libre en la zona anterior entre el zapato y los dedos del pie.
Además, se debe enfatizar el cuidado de los pies, lavarlos con agua tibia, no remojarlos, secarlos correctamente, aplicar loción hidratante sin alcohol (idealmente que contengan urea). De igual forma, el uso de calcetines debe ser de fibras naturales como algodón o bambú, que no aprieten y con costuras planas. El corte de uñas debe ser en línea recta y limar con lima de cartón. La Terapia Ocupacional en personas con pie diabético, busca alcanzar nuevos y positivos patrones de la vida, para evitar una posible nueva ulcera o amputación.