Señor director:
Durante la reciente cuenta pública, el presidente realizó anuncios en materia penitenciaria, que son parte de la estrategia de seguridad. Señaló que, al finalizar su mandato, se habrán habilitado más de cinco mil nuevos cupos en centros penitenciarios, para reducir el hacinamiento. Y remarcó la necesidad de fomentar la reinserción social de adultos y jóvenes.
¿Qué pasaría si las cárceles y centros de reclusión para jóvenes fueran diseñados para la reinserción? Soñemos. Se inaugura una nueva cárcel, destinada a personas privadas de libertad que desean hacer un cambio de trayectoria. Para permanecer allí, deben mantener una buena conducta, estudiar, capacitarse y trabajar. Al terminar su condena, están listos para reintegrarse a la comunidad. Afuera reciben apoyo para mantener una vida prosocial. Felizmente, no volverán a la privación de libertad. ¿No sería este un uso más eficaz para la cárcel?
Como red de más de 30 organizaciones de la sociedad civil que trabajan en reinserción social, celebramos los anuncios realizados por el presidente y por el ministro de justicia en los últimos días, y nos ponemos a disposición para aportar con nuestro trabajo en su desarrollo y aplicación. Así esperamos contribuir para hacer nuestro sueño realidad: cárceles diseñadas para rehabilitar, no solo para encerrar.
Bernardita Frez
Directora de Juntos por la Reinserción
Corporación 3xi
Hans Rosenkranz
Director ejecutivo de Comunidad de Organizaciones Solidarias
Fernando Alvear
Gerente general de Confederación de la Producción y del Comercio (CPC)