La industria del juego en Chile atraviesa tiempos difíciles. Las lagunas legislativas y un control insuficiente han creado un entorno favorable para que florezcan las apuestas ilegales en línea. Al mismo tiempo, el mercado legal de casinos terrestres estaba amenazado de monopolización. Veamos más de cerca la situación del negocio del juego en este país latinoamericano.
Los casinos en línea ilegales ocupan la industria
La era digital ha traído nuevos retos para la regulación de los juegos de azar. Chile ha creado un vacío legislativo en materia de juegos de azar en línea. Esto ha sido aprovechado por cientos de sitios de juego ilegales, que ahora operan activamente en el país sin ningún control ni tributación.
Según el regulador chileno del juego, en el país operan más de 900 plataformas ilegales de apuestas y juegos online. Entre ellas hay tanto marcas internacionales (Betsson, Betano, Coolbet) como proyectos locales.
Muchos aficionados al juego en Chile están familiarizados con estas marcas. Además, la información sobre estos y otros operadores de juegos de azar suele distribuirse sin publicidad agresiva. Por ejemplo, los sitios de reseñas sobre juegos de azar y casinos en línea son muy populares en el país.
Un ejemplo de este tipo de sitio es respin.cl, que se puede encontrar rápidamente en el buscador y se utiliza muy a menudo como una fuente de información útil para los ciudadanos de Chile. Aquí se pueden encontrar reseñas, calificaciones y noticias, y más información sobre casinos con la posibilidad de jugar por pesos chilenos en una sección separada.
Y a diferencia de los sitios de juego dudosos, intentan publicar información sobre plataformas con buena reputación y licencia. Así, no todos los sitios de juegos de azar en Chile son fraudulentos, y muchos de ellos tienen muy buena reputación.
Monopolización de los casinos tradicionales
Mientras que el sector online no está controlado, los casinos clásicos están bajo la amenaza de la monopolización. Tres grandes empresas como Enjoy, Dreams y Marina del Sol controlan más del 80% del negocio del juego legal en Chile.
Estos operadores poseen licencias para explotar casi 20 casinos en todo el país:
- Enjoy gestiona 9 establecimientos de juego;
- Dreams gestiona cinco casinos y dos casinos municipales;
- Marina del Sol gestiona 4 casinos.
Tal concentración ha despertado la desconfianza de las autoridades antimonopolio. Desde hace más de un año, la Autoridad Económica Nacional investiga a estas empresas por posible colusión.
Preocupa que el dominio de tres operadores pueda provocar:
- restricción de la competencia;
- cobro abusivo a los visitantes;
- menor calidad de los servicios;
- establecimiento de leyes favorables a ellos mismos.
La situación se ve agravada por el hecho de que, al parecer, el regulador del juego no tiene en cuenta las violaciones cometidas por los grandes operadores. Esto pone en tela de juicio la eficacia del control estatal en el sector.
Perspectivas de regulación
Las autoridades chilenas se han dado cuenta de la necesidad de poner orden en el juego. En diciembre de 2023, la Cámara Baja aprobó un proyecto de ley para regular las apuestas online.
El documento establece:
- creación de un mercado competitivo transparente;
- licencias obligatorias para los operadores;
- impuesto sobre los ingresos del juego en línea;
- mecanismos para proteger los derechos de los jugadores;
- lucha contra el blanqueo de dinero.
Pero hasta ahora el proyecto de ley no ha sido aprobado por la Cámara Alta y no ha entrado en vigor. Hasta entonces, la situación de los casinos en línea sigue en el limbo.
En cuanto al sector terrestre, es necesario reforzar el control antimonopolio. Es importante evitar la excesiva concentración del mercado en manos de unos pocos operadores.