Por Dra. Beatriz Beytia Caillaux, académica de Odontología, UNAB Sede Viña del Mar.
Los colorantes en los dulces no suelen ser tan dañinos para la salud dental como el azúcar, pero pueden tener efectos negativos en otras áreas de la salud, especialmente si se consumen en exceso o en personas sensibles a sus componentes. Los colorantes no contribuyen directamente a formar caries, ya que no son fermentados por las bacterias bucales, pero algunos pueden manchar los dientes con el tiempo.
Algunos estudios sugieren que ciertos colorantes, como la tartrazina (amarillo 5) y el rojo 40, pueden provocar reacciones alérgicas y, en personas sensibles, problemas de comportamiento como hiperactividad en niños.
Los colorantes de los dulces pueden ser captados por bacterias cromógenas en la boca, estas bacterias son microorganismos que producen pigmentos o sustancias que pueden provocar manchas en los dientes. Estos pigmentos, generalmente de color negro, verde, naranja o marrón, se adhieren a la superficie dental y forman una placa pigmentada, conocida como mancha cromógena. Estas bacterias se encuentran en la biopelícula dental (placa dental) y suelen ser comunes en personas con mala higiene bucal o una dieta rica en azúcares.
Para evitar la acumulación de estas bacterias y las manchas que producen, es importante mantener una buena higiene bucal, incluyendo cepillado, uso de hilo dental y enjuagues antibacterianos. Las limpiezas dentales profesionales también son efectivas para eliminar manchas difíciles y reducir la acumulación de placa pigmentada.
No es recomendable lavarse los dientes inmediatamente después de comer dulces. La acidez de la boca provocada por la ingesta de caramelos es muy alta y el cepillado y la pasta dental podrían actuar como elementos muy abrasivos para los dientes. Por eso es importante que el cepillado de dientes tenga horarios establecidos, al menos 2 veces al día, siendo el cepillado de la noche fundamental. El cepillado debe realizarse con una técnica eficiente. No basta con colocar el cepillo con pasta dentro de la boca y solo limpiar algunos dientes. El cepillado debe abarcar todas las superficies dentarias, limpiar hasta los molares que se encuentran en una posición más posterior, y complementar con el uso de hilo dental para higienizar aquellas zonas que el cepillo no logra hacerlo, como lo son los espacios entre medio de los dientes, en sus puntos de unión. Planifiquemos en familia una estrategia para disfrutar de manera moderada los dulces de Halloween sin afectar la salud oral de los niños.