Por Marcos Victorica, economista, escritor y CEO de BAS Storage.
En un contexto poco favorable para la economía en Estados Unidos, con un 2,4% de inflación, que sigue por encima del 2% que se había propuesto la Reserva Federal (FED) con la baja de tasas, las elecciones en el país norteamericano están rompiendo récords en las anticipadas. La realidad es que la inflación y el costo de vida siguen siendo una preocupación. Muchos ciudadanos sienten el impacto en sus finanzas, este es un factor determinante al momento de votar.
El 2023 marcó un récord en el aumento de las tasas de interés de la FED, que se mantuvieron entre el 5,25% y el 5,5% anual, complicando el acceso a créditos, lo cual afectó en gran medida al mercado inmobiliario. Esto no es un dato menor en un país que se destaca por su gran movilidad migratoria.
¿Por qué esta preocupación no parece reflejarse en los medios? La respuesta es simple, estamos frente a un brutal cambio de época que venimos atravesando hace algunos años. El considerado “cuarto poder”, hasta aquí, supo ser la Prensa, un concepto totalmente ligado a la Imprenta. Hoy, es un aparato en desaparición. La digitalización de la comunicación política cambió los espacios de opinión a las redes sociales, donde la comunicación no es vertical (del medio a la audiencia) sino horizontal (entre todos).
Para conocer la realidad de lo que ocurre en la opinión pública ya no hay que buscar en los medios tradicionales, aunque continúan teniendo un valor fundamental en la conformación de agenda, la realidad está en las redes. McLuhan decía “El medio es el mensaje”, y esto se hace evidente en la estrategia de comunicación de Trump. Su principal canal de comunicación es X (Twitter), lo que enfatiza el formato y la inmediatez de su mensaje por encima del contenido en sí. Esto le permite llegar rápidamente a millones y generar un diálogo dinámico, mientras que otros candidatos se apoyan en discursos tradicionales.
Para dimensionar la importancia de las nuevas tecnologías en estas elecciones, un indicador que no se puede pasar por alto es el aumento del 20% en las acciones de Tesla. El interés de los inversores en la tecnología y la innovación, áreas que Trump ha alineado con su visión de un “futuro estadounidense”, muestra la inclinación del mercado hacia empresas que representan un cambio en la economía. Sin mencionar que se trata de una de las empresas en manos del dueño de X, otra vez, el medio es el mensaje.
Argentina está atravesando una transformación que persigue intereses similares. Cualquiera sea el resultado de esta elección, las relaciones van a seguir mejorando, porque los países no tienen “principios” sino intereses, como enseña la política internacional. Sin embargo, parece existir mayor empatía en la concepción del futuro entre Milei y Trump.
Una visión que apuesta por la tecnología, un sector cada vez más ligado a la política, en un terreno como son las redes sociales, y destacando el potencial de los negocios virtuales es más poderosa para convocar a un electorado que ve ahí el camino hacia el crecimiento económico. Las últimas elecciones en Argentina también son un reflejo de ello. Si bien todavía quedan días de definición, esta podría ser otra muestra de cómo la tecnología inclina la balanza del poder y, sobre todo, modifica los canales y las dinámicas para conformar la opinión pública.