El agua es un elemento esencial en nuestro planeta, sin agua no hay vida, constituye el elemento articulador de todos los sistemas vivos del planeta, además de ser un recurso natural único, finito e indispensable para todo organismo vivo. Es un elemento fundamental para el cultivo de alimentos y para gran parte de las actividades económicas y productivas del hombre.
Sin embargo, el agua es un recurso escaso y se distribuye de manera desigual. El 70% de la superficie del planeta es agua y el 30% restante corresponde a los continentes. Del total de agua existente en el planeta el 97% corresponde a agua salada y sólo 3% a agua dulce; pero de ella sólo el 22,94% está disponible para los ecosistemas y el consumo humano y animal, el 77,06% restante está congelado en los glaciares y en los Polos.
Es por esta razón que algunos científicos e instituciones han decidido medir el uso del agua en nuestro diario vivir y en su utilización en la producción de bienes y servicios, el concepto utilizado es la llamada Huella del Agua o Huella Hídrica, water footprint en inglés.
El mundo tiene una Huella Hídrica de 1.240 metros cúbicos per cápita anual, en donde se considera el agua consumida en la elaboración de diversos bienes y productos. Por ejemplo un simple café requiere de 140 litros de agua, un notebook necesita 2.000 litros de agua para ser producido y son necesarios 13.000 litros de agua para producir un kilo de carne de vacuno.
La situación es preocupante ya que actualmente existen problemas de disponibilidad y calidad de agua en el 20% de la población mundial, quienes carecen del agua necesaria para una vida sana y segura. Se espera que al año 2025 la carencia de agua afecte al 35% de la población mundial debido principalmente al aumento de la población y como consecuencia del Cambio Climático.
En el futuro la Huella Hídrica se transformará en un factor determinante en la toma de decisiones y en la creación de nuevas empresas.