Conversar con los integrantes del Colegio de Arquitectos de Valparaíso no deja a nadie indiferente. Debe ser que es tal el abandono , que ya a nadie impresiona. Y los que ganan, como siempre, son los mismos. Y el análisis es devastador.
EQUIPO GV.
De manera muy silenciosa, como el presagio de una tormenta, las inmobiliarias siguen sumando terrenos y espacios para construir, generando el rechazo ciudadano, la organización social, y la generación de espacios de discusión de cómo los porteños quieren vivir en su ciudad.
SOTERO APABLAZA, Presidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, tiene la película clarita, y su análisis nos deja perplejos frente a lo que él califica de “abandono histórico”.
“Nosotros hemos planteado en primer lugar dejar de hablar de viviendas sociales, sino que hablar de la vivienda como derecho de todo ser humano, porque cuando se habla de vivienda social se toca el tema de la vivienda como una mercancía, con todo lo que tiene adentro incluido los habitantes, entonces para nosotros, no hay viviendas sociales, sino que todo es social: la vivienda es social, la arquitectura es social, la planificación física es social porque en el centro de la ciudad está el ser humano y esa es una cuestión que va contra la economía neoliberal que todo vende, y todo compra.”
Nos interesaba saber la opinión de los arquitectos frente al desarrollo inmobiliario de varios puntos de la ciudad, y preguntamos por el proyecto “Barrio O’higgins”, un lucha casi emblemática de las organizaciones sociales, y esta fue la reflexión..”
“Esto del barrio O’Higgins es una pelea mayor. Hay áreas verdes importantes que son algo más de 12 hectáreas , que nosotros pensamos que se deben conservar. Valparaíso tiene otra situación en las quebradas que esta inconclusa, y que está afectando al conjunto de la zona. Nosotros no nos podemos dar el lujo de entrar mediante el apetito de las inmobiliarias. Entrar por encima de una de las pocas áreas verdes con flora exótica y nativa que son únicas, y que tenemos que cuidar y preservar. Por eso nosotros nos hemos opuesto hasta que se haga un estudio mayor de esto, de qué manera va a impactar al medioambiente y a la ciudad de Valparaíso.
Como una medida inmediata para impedir el avance de este proyecto, es que se declarara como zona de conservación histórica porque gran parte de Valparaíso, de la avenida Alemania hacia abajo está considerada de esa manera, y eso permite una mayor participación de la ciudadanía.
Esa parte del barrio O’Higgins y del jardín Pumpin, forman parte de la historia de Valparaíso. Valparaíso no solamente es el borde mar y el puerto, sino que forma parte de eso su plan y sus cerros.
Nosotros tenemos que mejorar la calidad de vida de la gente, con buenas viviendas y barrios y eso que se está haciendo con el barrio O’Higgins es totalmente opuesto. Nosotros nos oponemos a que se rompa esta gran nometria urbana que tiene el anfiteatro patrimonial que postulamos a la UNESCO.”
No podíamos dejar pasar la oportunidad de preguntar si Valparaíso está preparado para entregar una vivienda digna a sus habitantes…
“Faltan viviendas, hay 71 campamentos , más de 5 mil familias no están por estar en esos lugares, nadie quiere vivir, si bien allá tienen una vista espectacular, nadie quiere vivir en situaciones precarias, donde hay problemas de agua potable, alcantarillado, problemas sanitarios. Todo porque hay falta de oportunidad de viviendas dignas en Valparaíso, y el gran problema en Chile lo ponen las inmobiliarias, que ven la vivienda como una mercancía. Dicen que faltan suelos y empiezan a especular con el suelo. El negocio, la gran critica que le hacemos al PREMVAL por ejemplo que declaro zona de extensión urbana, ó sea que el plan regulador de Valparaíso permite crecer hasta el camino La Pólvora para viviendas y edificaciones sin límite de altura. ¿A quiénes le están haciendo ese diseño?, es una cuestión a petición de las inmobiliarias, y eso se hizo sin ninguna participación ciudadana. De acuerdo a los estudios técnicos realizados por gente nuestra y de la municipalidad, hay espacio suficiente como para densificar la ciudad, no tiene para que irse a la cresta del cerro sin equipamiento, lejos de la escuela, de los hospitales y consultorios cuando pueden vivir por ejemplo, en el Barrio El Almendral, densificar la zona puerto, construir viviendas que estén cerca de todo.
El otro problema que el Estado no se atreve a expropiar y ahí hay intereses atravesados.
Porque el estado tiene esas atribuciones, las atribuciones que tenía la CORVU antiguamente, podía expropiar en beneficio de la ciudad y crear nuevos barrios. Estas atribuciones se mantienen pero en el tiempo de la dictadura no la ocuparon más, y los gobiernos de la concertación tampoco la siguieron ocupando, porque les da “sarpullido” hablar de expropiación.”.
Queda claro entonces. No existe planificación urbana que coloque al ciudadano en el centro de la discusión, no existen políticas claras y definidas en torno a la vivienda social, y el apetito interminable de las inmobiliarias, se enfrenta a la ciudadanía organizada, y unas autoridades débiles, que todo autorizan, en nombre del “progreso de la ciudad”.
Pero queda mucho. Existen silenciosos proyectos en Valparaíso, que han movilizado a la ciudad, colocando como tema de discusión la forma en la cual se van a relacionar los habitantes con el entorno.
Y las sorpresas continúan…
Los proyectos que vienen ( y que nadie quiere)…
Son varios los proyectos inmobiliarios que se están desarrollando en Valparaíso, desde el bullado Mall Puerto Barón, hasta otros que aún no han saltado al dominio público como el Mall de la Avenida Argentina, los estacionamientos subterráneos en las Plazas O’Higgins y Victoria y el proyecto inmobiliario que contempla 26 edificios en el Cerro O’Higgins. Todos estos proyectos tienen una característica común, ninguno ha sido consultado a la ciudadanía y la mayoría no cuentan con la aprobación de las organizaciones sociales o los vecinos del sector.
Partamos por analizar la situación del Mall de la Avenida Argentina que se planea construir en la manzana compuesta por Av. Argentina, calles Juana Ross, Victoria y Rancagua, que ya inició las obras y cuenta con cierre perimetral.
El proyecto contempla 55 tiendas, entre ellas H&M, un supermercado de la cadena Wallmart, un patio de comidas, 330 estacionamientos, un cine, una clínica y un museo porteño. Son cerca de 10 mil metros cuadrados los que componen el nuevo mall, y se proyectan 8 pisos con una altura de 23 metros. Dentro de la manzana solo tres propietarios no vendieron, el restaurante “Parlamento Chico”, la panadería “Superba” y la florería “Nuevo Pensamiento”. Se contempla que las obras finalicen a fines de este año.
El proyecto fue aprobado para su construcción por la Municipalidad de Valparaíso el seis de febrero y el nuevo edificio deberá mantener la arquitectura del barrio, ya que en esa manzana antes se encontraba el cité “El Peneca”, un Inmueble de Conservación Histórica, por lo que la fachada del mall deberá tener arcos y ventanales parecidos al del edificio de Easy, Jumbo y Paris, ¿un edificio de 8 pisos que mantendrá la arquitectura del barrio? Es una de las tantas preguntas que quedan flotando sin respuesta.
Otro proyecto contempla estacionamientos subterráneos en la plaza O’Higgins con calle Juana Ross y plaza Victoria con Plaza Simón Bolívar. El plazo de ejecución del proyecto es de un año y a finales del 2015 deberían inaugurarse, planean construir 452 estacionamientos en dos niveles en plaza O’Higgins, obras que ya comenzaron a ejecutarse con el cierre perimetral de calle Rawson colindante al Congreso. En plaza Victoria aun no comienzan los trabajos.
De acuerdo a especialistas en el tema, la situación de las plazas, en especial la plaza Victoria es muy delicada, debido a que se encuentran árboles centenarios que no podrán ser sostenidos porque la construcción de los estacionamientos subterráneos no permiten la arborización actual, debido a la escaza capa vegetal que permite este tipo de intervenciones. Para el director del posgrado de arquitectura de la Universidad de Viña del Mar, Lisandro Silva, en entrevista realizada por La Otra Voz, sentenció: “Ahí hay unos árboles muy añosos y esas raíces deben estar muy profundas. Con esto van a salir y se va transformar en una plaza dura, ahí murió la identidad de la plaza Victoria”.
Además según el arquitecto, las condiciones del sector encarecerían los costos del proyecto y podrían repercutir en los usuarios: “Ahí el suelo no es de buena calidad, y la estructura tiene que tener muchas más condiciones de impermeabilidad. Esos son terrenos arenosos, de borde mar, con napas subterráneas de superficie, no son muy profundas las napas, y todos los problemas que tienen de resistencia los terrenos del plan de Valparaíso. Ahora, subterráneamente eso se resuelve gracias a la ingeniería pero a mayor costo, los muros de contención tendrán que ser de mayor resistencia, mayores obras de impermeabilización, una serie de condiciones que encarecen las obras y eso se va a traspasar en las tarifas”.
En el barrio O’Higgins se contempla la construcción de 26 edificios de cuatro y once pisos, alrededor de mil estacionamientos, un centro comercial y un supermercado, en los terrenos del Jardín Botánico Pumpin y el Parque Jack Davis, de la Compañía Chilena de Tabacos, serian alrededor de 12 hectáreas las intervenidas por la inmobiliaria El Puerto.
El sector es reconocido por su Estadio, Parque y Jardín Suizo construido en 1891 por Benjamín Pumpin, en él existen especies nativas y exóticas, además de una casona declarada como Inmueble de Conservación Histórica. El proyecto pondría en jaque la infraestructura vial, que ya se ve afectada en el nudo Avenida Argentina, Santos Ossa y Washington, además de la intervención de uno de los pocos pulmones verdes que posee la ciudad.
El anteproyecto en estos momentos se encuentra aprobado a la espera de su aprobación final por parte del consejo municipal. Según Christian Leiva, arquitecto y miembro del Colegio de Arquitectos de Valparaíso: “Para aprobar el proyecto tiene que pasar por una evaluación de impacto vial, ahí hay una situación muy complicada, estamos hablando de casi mil estacionamientos más, un centro comercial que generaría otra sobrecarga en una zona que ya está sobrecargada, que tiene dos cuellos de botella, principalmente en Santos Ossa. En el fondo es bien serio, nosotros tenemos la esperanza de que por ahí podría haber una cortapisa bastante grande para ellos. En Viña han habido casos de proyectos que paran por este tema, si se da la lógica, no siempre se da la lógica, pero si se da la lógica acá el proyecto debería verse frenado por este impacto vial en una zona que ya está saturada y con una carga de mil vehículos más en el sector”.
Los vecinos del sector se han organizado para conservar el parque y se oponen al proyecto inmobiliario, según Leiva, por el momento, “en el proyecto del barrio O’Higgins hay una conversación tripartita con los nuevos Seremis, los anteriores estaban muy en sintonía con el alcalde en este proyecto. Con los nuevos se ha llegado a conversaciones, con la Seremi de Medio Ambiente, el Seremi de Bienes Nacionales y el Seremi del Minvu, tendiente a la gran jugada que está tratando de hacer esta organización que es la expropiación de los terrenos del parque, esa es la gran jugada que se ha hecho hoy. Hicimos un plan de desarrollo, un plan de manejo de esa zona. El consejo municipal le dio la calidad de utilidad pública, que es el primer paso para la expropiación, luego viene la inscripción como espacio de utilidad pública en el plan regulador que se está modificando, y si eso resulta, se le solicitó específicamente a la Presidenta, apoyado por firmas de otras organizaciones sociales, la compra de los terrenos para armar este parque
Hemos puesto énfasis, en esta oportunidad, en colocar en la palestra los proyectos que tienen mayor resistencia ciudadana, en el entendido que resulta fundamental mantener una comunicación fluida con quienes pueden ver afectados sus legítimos derechos ciudadanos. Nos interesa, porque somos férreos defensores del patrimonio de la ciudad donde estamos insertos, y nuestra primera obligación es informar.
Las autoridades de la ciudad, tienen ahora la palabra. Porque vamos a preguntar su punto de vista en torno a estos temas, vamos a confrontar sus argumentos, y vamos a sacar nuestras propias conclusiones, sobre algo que mantiene vigilantes a muchos habitantes de la ciudad.
Porque, como dijo el Gitano Rodríguez, “el puerto se defiende”, y nosotros queremos ayudar a defenderlo. Nos llamamos, por si alguien lo había olvidado…GRAN VALPARAÍSO.
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los nuevos depredadores, las inmobiliarias, los nuevos delincuentes de cuello y corbata, las inmobiliarias, los dectructores del patrimonio de las ciudades, las inmobiliarias,los cogoteros del medio ambiente, las inmobibliarias, los advenedizos del sistema neoliberalista, las inmobiliarias. no aportan nada de nada a la construccion de lugares mas amables para los ciudadanos.Solo contruyen viviendas para los nuevos ricos y gente ligth. solo levantan schopings, mall. supermercados y viviendas de lujo para llenarse los bolsillos para sus vicios y sus lujos, pero de construir hospitales, nada, de construir escuelas, nada. de construir viviendas para la clase trabajadora, nada.
a proposito de inmobiliarias y del incendio del puerto en abril pasado, ¿no estaran metidos estos personajes en esto? es que hay muchos que tenemos desconfianza y pensamos algo parecido. se ha descubierto quienes fueron los responsables?
He llegado recientemente al barrio, compre una de las casonas hermosas que sobreviven y me parece una excelente idea la de conservar el parque punpin como tal.
Mis estudios primarios los realice en una escuelita colindante con el parque y en clases de ciencias naturales fuimos en innumerables oportunidades al jardín a disfrutar y conocer de botanica, flora y fauna, ayer estuve con mi hija recorriendo el sector viendo la destrucción total de la casona frente al jardin punpin, la recuperación de esta casona seria en gran aporte de las inmobiliarias para el sector para museo o centro cultural.
Tengo la esperanza que el movimiento cuidadano logre frenar esta locura por construir edificios con viviendas de 2 por 2 y ademas carisinos.