Una mejor y más humana atención de salud

Publicado por Equipo GV 4 Min de lectura

Francisco León (1)Durante estas semanas las enfermedades respiratorias han alcanzado su máximo peak en nuestro país. Una alta demanda en las urgencias y de camas hospitalarias, junto a largas horas de espera para la atención médica son imágenes recurrentes por estos días en periódicos y noticieros.

Una actitud humanizadora por parte de los profesionales de la salud con los pacientes que llegan a los servicios de salud es aún más necesaria en esta época del año. Porque aunque existen políticas de salud para enfrentar este tipo de situaciones, éstas siempre se vuelven insuficientes. Quienes llegan son usuarios en una situación especial, más vulnerables en muchas ocasiones, con niños pequeños, que tienen que esperar bastante tiempo para ser atendidos.

Un profesional de la salud no puede evitar esas largas esperas o la masificación de una urgencia, pero sí puede tratar con el debido respeto y empatía a las personas que están esperando su atención. No se trata de emplear más tiempo del que se dispone, sino que tratar de cambiar muchas veces la actitud. El profesional puede estar más cansado, con mayor estrés por una situación de la cual él no tiene la culpa, y a veces recibir los reclamos de los pacientes y sus familiares. A pesar de todo, no puede perder la calma y compasión ante el sufrimiento ajeno. Y también los pacientes y sus familiares tienen que entender la situación excepcional y deben tratar con consideración a las personas que les atienden.

Es importante recordar que la Ley de Derechos y Deberes de las Personas en la Atención de Salud aboga por el trato digno y el respeto mutuo, de los profesionales y trabajadores hacia los pacientes y sus familias, y viceversa.

La humanización en el trato con el paciente redunda en beneficios tanto para el propio profesional como para la atención final de los usuarios del sistema de salud. El profesional que ha actuado con empatía, con cercanía al enfermo, que ha procurado atenderle bien, se gana la mayor parte de las veces la confianza de su paciente, estableciendo una relación humana que le ayuda a trabajar bien, a sentir que su tarea es eficaz y está ayudando a los demás. Eso lleva a una mejor y más humana atención de salud. Si no se da esa humanización, la relación se convierte en algo burocrático, frío y se va hacia una medicina defensiva donde los profesionales desconfían de los pacientes y éstos de las personas que les atienden. Se genera un círculo vicioso que lleva a una relación meramente técnica.

Los profesionales de la salud siempre deben ser algo más que técnicos o científicos, están en relación con personas que sufren, que tienen afectada su vida, de un modo u otro, por la enfermedad.  La humanización favorece a las dos partes y nos ayuda a respetarnos mutuamente y a tratar con dignidad esas situaciones de dolor, sufrimiento y enfermedad que siempre están presentes, de un modo u otro, en nuestra vida.

Francisco León

Director del Programa de Bioética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central

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1 Comment
  • ES PURO HUMO y viciado!… BACHELET nada hará.

    SIN ASUMIR QUE LA SALUD ES UN DERECHO Y ADMINISTRANDO los recursos para que llegue más dinero del Fisco a las clínicas privadas que a los hospitales públicos, el Estado ha contribuido al desmantelamiento del sistema de Salud Pública y Bachelet contribuido llevando la guaripola.

    El plan de licitación de los hospitales se inició en el anterior gobierno de Bachelet, mediante la firma, en noviembre de 2009, de un convenio de mandato entre el Ministerio de Salud y el MOP. El gobierno de Piñera tomó la posta del plan de hospitales concesionados, poniendo en servicio los de La Florida y Maipú, licitando el hospital de Antofagasta, hoy en construcción, y dejando en Contraloría con decreto de adjudicación los hospitales Sótero del Río, Félix Bulnes y Salvador Geriátrico.

    LA CONCERTACIÓN Y PIÑERA FAVORECIERÓN la expansión del sistema de salud privado.

    Las principales reformas impulsadas para corregir sus inequitativos resultados como el plan de Garantías Explícitas en Salud y GES del gobierno del entreguista Lagos, no apuntaron a modificar el corazón del sistema . Por ello los cambios que requerían no se produjeron y, peor aún, los traspasos de dineros públicos hacia la salud privada aumentaron haciendo que ésta acelerara su ritmo de crecimiento.

    De hecho, tras las reformas del gobierno del $ervil Lagos, las clínicas crecieron en un 20% en capacidad… y Bachelet era la ministra!

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