Dormir es el Nuevo Sexo

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

dormirTodo el mundo lo quiere, pero para muchos un sueño reparador es conseguible sólo a través de fármacos. Aunque cada vez, es más gente la que lo puede alcanzar con la ayuda de la incipiente tecnología que empieza a intervenir en nuestros patrones de sueño. En un futuro no tan lejano, digamos 2030, desde la temperatura hasta el pijama, todo será regulado por sensores en busca del descanso perfecto: profundo, largo, reparador y sin pesadillas, y con sueños que se podrán escoger utilizando una base de datos.
La técnica que se está experimentando en Alemania podría ser útil para los que sufren pesadillas o trastorno por estrés postraumático, porque podrían cambiar el escenario de su mal sueño por otro mucho más placentero. Si está dispuesto mientras duerme a someter a su cerebro a una corriente eléctrica de baja frecuencia (40 hercios serían suficientes), los científicos le auguran “sueños lúcidos y vívidos” en los que podrá intervenir.
Colchones que se conectarán a Internet para cambiar su rigidez o termostatos que ajustan la temperatura según cada ciclo del sueño. Habitaciones con filtros de luz precisos y almohadas diseñadas para optimizar la experiencia. En 2030, según el futurólogo Ian Person –contratado en 2011 por la compañía hotelera Travelodge para estudiar el futuro del sueño–, será posible llegar a un hotel, meter todas sus variables (temperatura ideal, colchón, almohada e iluminación preferidos) y disfrutar de un descanso perfecto aunque esté con seis husos horarios de ‘jet lag’.
Se sabe que el sueño tiene funciones restauradoras relacionadas con la memoria y el envejecimiento. Monitoreando los patrones de sueño será posible optimizar esas funciones, o incluso diagnosticar enfermedades mientras uno duerme. Se conseguirá gracias a la tecnología ‘wearable’ incorporada en el pijama, capaz de medir el pulso cardiaco, la presión sanguínea o la conductividad de la piel, para cruzar todos esos datos y poner a su médico sobre la pista de su salud presente y futura.
La fantasía de hibernar como hacen otras especies para conservar energías y reponer fuerzas siempre ha rondado a los humanos. Ahora, después de varias décadas de investigación, la NASA se dispone a inducir una prolongada hibernación a los astronautas que algún día viajarán a Marte. Mientras llega ese momento, la técnica, que consiste en provocar una hipotermia terapéutica, podría aplicarse de manera inmediata en la suspensión temporal de algunos procesos fisiológicos para ayudar a las víctimas de atentados, accidentes u otros eventos traumáticos. Se trata de hibernar hasta que el cuerpo cure sus heridas físicas y luego despertar a una vida mejor. Sin trauma.

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