Bernardo Stamateas reúne en el libro Gente Tóxica el análisis sobre cómo reconocer a este tipo de gente Tóxica, cómo evitarlos y si no es posible, como tratarlos y evitar que nos perjudiquen.
El libro “Gente Toxica”, tiene como objetivo describir las distintas personalidades tóxicas más frecuentes con las cuales convivimos a diario en los diferentes medios en los que nos movemos, el ambiente laboral, la familia, las instituciones, los amigos, y lo que nos causan dichas toxicidades, es decir sus efectos y sus consecuencias.
Nos brinda información para saber qué hacer y cómo hacerlo para ser libre de todas estas personas que a diario tratan de enfermarnos la vida.
Una de las virtudes de Gente Tóxica es exponer con toda claridad cómo afrontar el problema de nuestra relación con individuos que son capaces de sacarnos de nuestras casillas, de perjudicar nuestras relaciones sociales y en algunos casos de acabar con nuestras expectativas de trabajo y humanas.
Clasificación de Gente Tóxica
Cómo identificar y tratar a las personas que te complican la vida. Según Stamateas existen diferentes tipos de personas nocivas. Estas son sólo algunas de ellas:
1. El Meteculpas: Este tipo de gente tóxica siempre traslada el mensaje de que “no eres lo bastante bueno”. Las personas meteculpas suelen decir: El día me puso mal. Mi jefe me sacó de quicio. Me arruinaste la jornada. Hoy me saturaste. Tú me obligaste…
2. El Envidioso: Las personas envidiosas siempre tratan de buscar aliados. Hablará con otros para envenenarlos porque su objetivo es boicotear proyectos. La envidia no vive sola, convive con la crítica, la murmuración, el chisme, la dependencia, el desgano, todas actitudes que consumen nuestras fuerzas.
3. El Descalificador: El descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, que nos sintamos mal, hacernos sentir “nada” ante los demás, para que de esta forma, él pueda brillar y ser el centro del universo.
4. El Agresivo Verbal: La persona agresiva verbalmente consigue que otra persona se sienta insegura con gritos y contestaciones agresivas. Pretende amedrentar para que le respeten. Los agresivos son personas difíciles, complicadas, seres que minuto a minuto obstaculizan nuestra existencia, que pareciera encuentran placer en hacernos difícil la convivencia o nuestro trabajo.
5. El Falso: ¿Quién no ha usado en algún momento de su vida una máscara? Todos tenemos actitudes que representamos para que los demás no nos reconozcan. Hombres y mujeres nos hemos convertido, con el tiempo, en expertos en el uso de las máscaras. Sabemos bien cuál usar de acuerdo con quien estamos y a la situación que vivamos, pero en medio de ese trajín, que no nos da descanso, nos olvidamos de mejorar quien realmente somos.
6. El Psicópata: El psicópata mostrará una imagen falsa todo el tiempo, tratando de hacer creer que está interesado en lo que en realidad no lo está. Muestran una imagen que no se corresponde con su interior. Son tus ‘amigos’ mientras les sirves para conseguir sus propósitos. Una vez alcanzados te tratan como si no te conocieran.
7. El Mediocre: La mediocridad y el letargo son contagiosos, como cualquier otro de los síntomas de los que hemos hablado. Pereza, falta de estímulo, pérdida de sueños y de visión han llevado a muchos a conformarse con una vida monótona, pero claro, sin sobresaltos. Vives en el eterno letargo, sin hacerle mal a nadie, sólo a ti mismo.
8. El Chismoso: El chismoso no tolera hablar de sí mismo, él conoce la vida de todos pero nadie sabe nada de su vida; lo que él busca es hablar de otros periódicamente. Los chismosos son personas que no toleran el silencio, por eso es importante para ellos hablar de algo (y qué mejor, piensa, que hablar de otros). El chisme es también una forma de liberar la agresividad reprimida.
9. El Autoritario: Los que están en posición de poder suelen confundir “servilismo”, con “servicio o trabajo o acuerdo entre dos partes.” Este estilo de líderes busca el logro permanente de sus objetivos más allá del pensamiento en equipo, de la búsqueda de superación y el beneficio para todos, para poder alcanzar las metas propuestas.
10. El Neurótico: Algunas de las alteraciones psicológicas del neurótico son: Necesidad de ser amados y aceptados, Necesidad de reconocimiento, Necesidad de poder y liderazgo, Necesidad de independencia, Necesidad de perfección.
11. El Manipulador: Por lo general, los manipuladores estudian a las personas en busca de su vulnerabilidad, de su debilidad. Ellos suelen tener como objetivo a la gente codependiente, crédula, gente con complejo de salvador o llena de culpa. Buscan personas que superponen la amabilidad a su propia dignidad, gente a la que le cuesta decir “NO” y que teme a la confrontación.
12. El Orgulloso: El orgulloso es aquel que tiene un exceso de confianza en sí mismo, en lo que dice, en lo que hace, en las decisiones que toma; para él todo lo que hace es perfecto, él es perfecto, él es Dios y él hace todo bien, y nada ni nadie pueden contradecirlo.
13. El Quejoso: Si llueven se molestan, si sale el sol también, si los saludaron de mala gana se enojan, si los saludas amablemente, se fastidian. El tema es quejarse, encontrar un motivo para pensar que el mundo está en contra de ellos y que nadie es capaz de entenderlos. El quejoso siempre encontrará un motivo para quejarse.