Hace mucho rato que la ciudadanía se divorció de la política. Basta ver las encuestas para notar que el rechazo ciudadano es mayoritario y creciente.
Para todos resulta un verdadero desafío tratar de entender de qué manera se relacionan las grandes empresas y los empresarios, con los políticos de todas las tiendas. Y esta investigación periodística deja claro de dónde viene la plata, cuanta es, y quienes son los mayores favorecidos. A juntar miedo.
“Todos reciben aportes reservados de empresarios, tanto de la Alianza como de la Concertación. Si fuera por esto, estarían inhabilitados todos los diputados y los Presidentes de la República de Chile”., señalaba en mayo pasado el entonces presidente de la UDI, Patricio Melero, en medio del escándalo del caso CORPESCA
Caso que puso en el ojo del huracán este tipo de donaciones por parte de empresas a candidaturas políticas, luego de que saliera a la luz que, tras las donaciones que la pesquera del Grupo Angelini realizó a la diputada Marta Isasi, la parlamentaria votó rechazando todas las indicaciones a la Ley de Pesca que tenían impacto en la industria.
Hoy, el financiamiento de las campañas vuelve a estar bajo la lupa de la mano del Pentagate y su hebra política, que ha remecido especialmente a la UDI, luego de que se filtrara que varios de los nombres de sus candidatos aparecen en la investigación de la Fiscalía: Pablo Zalaquett, Iván Moreira, Ena von Baer y Laurence Golborne.
Melero –que entre 2005 y 2013 recibió más de 254 millones de pesos en aportes reservados para sus campañas como diputado– estaba en lo cierto. Tanto la Alianza como la Concertación (hoy Nueva Mayoría) han recibido millonarias sumas a través de estos polémicos aportes, detrás de los cuales figuran grandes compañías. Para graficarlo una cifra: entre 2005 y 2013, y solo para financiar las elecciones de diputados y senadores, se han repartido más de 60 millones de dólares entre ambas coaliciones.
Melero –que entre 2005 y 2013 recibió más de 254 millones de pesos en aportes reservados para sus campañas como diputado– estaba en lo cierto. Tanto la Alianza como la Concertación (hoy Nueva Mayoría) han recibido millonarias sumas a través de estos polémicos aportes, detrás de los cuales figuran grandes compañías. Para graficarlo una cifra: entre 2005 y 2013, y solo para financiar las elecciones de diputados y senadores, se han repartido más de 60 millones de dólares entre ambas coaliciones.
Así lo constató el equipo investigador, luego de analizar y cruzar los datos publicados por el Servicio Electoral (Servel) correspondientes a los ingresos de las elecciones parlamentarias y presidenciales que empezaron a regir bajo la actual fórmula de financiamiento en 2003 y que incluye cuatro tipos de aportes privados, entre los que se cuentan los aportes reservados, definidos como contribuciones privadas superiores a 20 UF (unos 480 mil pesos) e inferiores al 10% del gasto electoral de cada candidato o partido político. Además, quien recibe el aporte (ya sea candidato o partido) no sabe quién le entregó los recursos ni tampoco el monto. Al menos eso dice el papel.
De la Concertación, además de Girardi, entre los tops de los aportes reservados están los DC Soledad Alvear –que no fue reelecta senadora en la última elección y que acumula más de 454 millones de pesos en este tipo de donaciones ($ 454.744.594)–, el senador Andrés Zaldívar, con casi 446 millones ($ 445.927.982), y Juan Carlos Latorre, que perdió los últimos dos comicios ( $ 211.753.007). Del PPD, figuran los senadores Felipe Harboe, que el 2009 obtuvo 91% del gasto total de su campaña bajo esta fórmula, así como Ricardo Lagos Weber, que ha obtenido 82% de sus aportes por esta vía. El ex timonel del PS, Camilo Escalona, es el único socialista que tiene donaciones secretas por más de 200 millones de pesos ($ 248.327.361), equivalentes al 60% de los aportes totales recibidos.
Bajo el alero de este tipo de donaciones, la Alianza y la Concertación han recibido para la carrera al Parlamento en total más de 35 mil millones de pesos. Para ser exactos $ 35.765.699.099 (US$ 60.202.493,05). Eso sin contar los recursos entregados para las primarias –en que RN fue el único partido que se acogió a este esquema de donaciones y obtuvo 8,8 millones de pesos, mientras que los candidatos Independientes de la Alianza otros 16 millones– ni los aportes a las candidaturas presidenciales.
Pero no ha sido en partes iguales. El pacto compuesto por la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) se ha llevado la mayor tajada: entre ambos suman el 73% de estos aportes, es decir, más de 25 mil millones de pesos ($ 25.996.172.108, más de US$ 43 millones).
Este dinero corresponde al 60% del total de donaciones recibidas por la Alianza para las parlamentarias en los últimos nueve años, que incluye aportes propios, anónimos, privados de carácter público y reservados, entre otros, y que alcanza los 43 mil millones de pesos ($ 43.537.155.524).
Por su parte, en la actual Nueva Mayoría, que agrupa a siete partidos, entre los que se cuentan la DC, el PPD, el PS, el PRSD y el PC, los aportes reservados representan el 27% del monto total recaudado por ambas coaliciones, es decir, más 9 mil millones de pesos ($ 9.769.526.991, más de US$ 16 millones).
Dinero que corresponde a 29% del total de donaciones recibidas para campañas parlamentarias por el bloque, que suman 33 mil millones de pesos ( $ 33.169.318.560).
Muy lejos de estas cifras están los otros pactos, incluidos los independientes, que son 10 e incluyen a Chile Limpio Vote Feliz, Nueva Constitución para Chile o Si tú quieres Chile Cambia. Entre todos han recaudado, en el periodo 2005 y 2013, el equivalente al 1% de lo obtenido en conjunto por los candidatos y partidos de la actual oposición y el gobierno. En total, 523 millones de pesos ($ 523.530.650, unos US$ 881.231). Fondos que corresponden al 11% del gasto total de sus campañas.
La suma de los aportes reservados totales recibidos por la Alianza, la Nueva Mayoría y los otros pactos llega a los $ 36.303.753.715. Unos 61 millones de dólares.
UDI: EL PARTIDO PREFERIDO DE LAS EMPRESAS
Los aportes reservados empezaron a operar tras la reforma a la legislación en materia de financiamiento y aportes a campañas políticas impulsada durante el gobierno de Ricardo Lagos tras el escándalo MOP-GATE, bajo el alero del “Acuerdo para la Modernización del Estado, la Transparencia y la Promoción del Crecimiento del País”, promovido por los entonces ministro del Interior, José Miguel Insulza, y presidente de la UDI, Pablo Longueira.
Pese a su carácter secreto, en la práctica y tal como develó el caso Corpesca, la regla de que los candidatos no saben quién los financió no es una máxima. Lo que se confirma con las declaraciones del ex alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, que admitió haber recibido aportes reservados de parte del histórico financista de la UDI y dueño de Penta, Carlos “Choclo” Délano.
Aunque la ley no dice expresamente que estos aportes fueron pensados para las empresas, en la práctica la mayoría no son personas naturales. Según el presidente del directorio del Servel, Patricio Santamaría, “sin distinguir en el tamaño de las empresas estos aportes ascienden a un 96% del total”.
Una de las razones, asegura Santamaría, “puede estar en el hecho de que la Ley 19.885 incentiva y regula las donaciones de personas jurídicas y establece beneficios tributarios para quienes las realizan”.
Beneficios que se traducen en que las empresas donantes pueden recibir una rebaja de hasta el 1% de la renta líquida imponible que corresponda al ejercicio en el cual se efectúa la donación.
Según un reportaje de La Segunda, sobre la base de datos solicitados al Servicio de Impuestos Internos (SII), la mayor parte de lo donado entre 2004 y 2010 proviene de las grandes empresas, principalmente de aquellas cuyas ventas superan el millón de UF al año. De hecho, el 83% de los aportes que permitieron una rebaja tributaria en ese período provino de ese grupo.
Sumando todos los aportes reservados recibidos por cada partido para las campañas parlamentarias entre 2005 y 2013, la tienda que históricamente ha recibido mayor cantidad de aportes para sus candidatos al Parlamento, es la UDI.
Entre los 13 partidos, incluidos los independientes que han recibido aportes reservados alguna vez, suman más de 36 mil millones de pesos ($ 36.303.753.715).
De estos, 45% ha ido a las arcas de la tienda de calle Suecia. Es decir, más de 16 mil millones de pesos ($ 16.379.351.023).
Con menos de la mitad de ese monto lo sigue Renovación Nacional, que alcanza el 20% del total, con 7 mil millones de pesos en aportes reservados ($ 7.197.894.318).
El partido de la Concertación que más aportes reservados recibe es la Democracia Cristiana (DC), con el 15%: más de 5 mil millones de pesos ($ 5.313.548.007).
A continuación está el Partido por la Democracia (PPD), con 7% ($2.536.354.204), el mismo porcentaje que suman los independientes ($ 2.636.698.738).
Por su parte el Partido Socialista (PS), tiene 4% de los aportes reservados ($ 1.374.913.382), mientras que el Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) llega al 1% ($ 351.208.420), al igual que el Partido Regionalista de los Independientes (PRI). Las demás tiendas suman tan poco que no alcanzan al 1% cada una.
En este escenario, fueron justamente diputados de la UDI y RN los únicos que el 13 de agosto pasado votaron en la Cámara Baja en contra de dos indicaciones que fueron incluidas a la reforma al sistema binominal y que, de ser aprobadas en el Senado, pondrían la lápida a los aportes reservados y se prohibiría a las empresas donar para las campañas.
Las indicaciones, impulsadas por los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática) –que recibió 5 millones de pesos en aportes reservados en 2013– y Vlado Mirosevic (Partido Liberal de Chile) –que no obtuvo este tipo de donaciones–, señalan, entre otros puntos, que “los aportes de campaña electoral serán públicos y se consignará la identidad del aportante, salvo las excepciones que señale esta ley”, explicitando en el artículo siguiente que “no podrán existir aportes reservados”.
Ambas mociones fueron aprobadas. Pero tuvieron un fuerte rechazo entre diputados de la Alianza, especialmente de la UDI. En ambos casos, hubo 24 votos en contra desde la tienda liderada por Ernesto Silva, que entre 2009 y 2013 recibió más de 395 millones en aportes reservados.
EL CLUB DEL MILLÓN DE DÓLARES
Hoy los aportes reservados están bajo la lupa, esto de la mano de una investigación que lleva adelante la Fiscalía en torno al llamado Pentagate, que involucra al histórico financista de la UDI, Carlos “Choclo” Délano, por delito tributario y que tiene una nueva arista: la existencia de boletas truchas para el financiamiento de campañas. Entre los nombres que aparecen en las pesquisas lideradas por Carlos Gajardo se encuentran los de los gremialistas Pablo Zalaquett, Ena von Baer, Iván Moreira, y el independiente por la UDI Laurence Golborne. Todos candidatos que han recibido los mayores aportes reservados en sus carreras al Parlamento
Desde que los aportes reservados entraron al ruedo del financiamiento electoral el 2005, 34 candidatos acumulan sobre los 200 millones de pesos en este tipo de donaciones (ver infografía). Tres de ellos incluso superan el millón de dólares.
Quien lidera este ranking, postuló solo una vez como senador. Pero perdió. Se trata del ex alcalde Pablo Zalaquett, (UDI), que en 2013 recibió $ 716.372.420 (US$ 1,2 millones). Un 83% del total que recaudó.
En sus dos campañas como senador –que ganó– el precandidato presidencial por la Alianza en 2013, Andrés Allamand (RN), obtuvo $ 706.094.064 (US$ 1,1 millones), correspondientes al 70% del gasto total de su campaña.
El senador Guido Girardi también forma parte del club que supera el millón de dólares: desde 2005 ha recaudado $ 646.447.191 (US$ 1,08 millones), correspondientes al 55% de sus gastos de campaña.
Al igual que la tendencia que se ve en pactos y partidos, las empresas tienen predilección por los candidatos de la UDI: 20 están entre los más favorecidos, entre los que se cuentan los actuales senadores Ena Von Baer –que en 2013 recibió 97% del gasto total de su campaña por aportes reservados–, Iván Moreira y Laurence Golborne, que si bien no milita en la UDI se postuló por uno de sus cupos. El ex ministro, que no resultó electo, también es de los que más donaciones secretas ha recibido: para su campaña como senador en 2013 obtuvo más de 557 millones de pesos por esta vía ($ 557.453.816), un 62% del total de aportes para su campaña.
Otros parlamentarios electos de la UDI que figuran como los más favorecidos por estos recursos son Jacqueline van Rysselberghe, Jaime Orpis –que al postular en 2009 fue financiado 93% por este tipo de aportes– y los diputados Juan Antonio Coloma Álamos –hijo del ex timonel del partido, que en promedio ha recibido 82% del gasto de sus dos campañas por este ítem–, así como José Antonio Kast.
También figuran los ex timoneles Jovino Novoa y Patricio Melero –hoy diputado–, Hernán Larraín, Juan Antonio Coloma –ambos senadores– y el actual líder de la tienda gremialista, Ernesto Silva.
Los líderes del partido fundado por Jaime Guzmán también tienen otra coincidencia: los altos porcentajes que han representado los aportes reservados en el gasto total de sus campañas. Algunos incluso el 100%.
Es el caso de Hernán Larraín, que un año después de dejar de liderar la tienda de calle Suecia postuló y obtuvo el escaño como senador de la República. Todas las donaciones que obtuvo fueron a través de aportes reservados, que sumaron $ 248.569.480.
El senador ha señalado sus reparos a la eliminación de los aportes reservados, ya que considera que esto podría provocar que se entreguen platas por debajo de la mesa, práctica conocida como “el maletín”.
Su sucesor a la cabeza del gremialismo, Juan Antonio Coloma, también obtuvo el 100% de las donaciones –que alcanzaron $ 335.452.611– para su campaña como senador en 2009 bajo el alero de los cuestionados aportes reservados.
En tanto, Patricio Melero, que ocupó el cargo después de Coloma, obtuvo en 2005 el 91% de sus gastos de campaña sobre la base de aportes reservados. Porcentaje que fluctuó, en las siguientes elecciones, entre 74% y 80%.
El actual presidente de la UDI, Ernesto Silva, ligado a Penta través de la Universidad del Desarrollo, además de ser sobrino político de Carlos Alberto “Choclo” Délano, también ha tenido el respaldo del mundo empresarial. En 2013, al repostular en la Cámara Baja, el 92% de los $ 290.852.333 que obtuvo a través de donaciones fue por aportes reservados.
Tanto Silva como Melero votaron en contra de las indicaciones impulsadas en agosto pasado por Jackson y Mirosevic que prohíben las donaciones de empresas a campañas y elimina la figura de los aportes reservados.
Los ex ministros Pablo Longueira, Andrés Chadwick y Rodrigo Álvarez engrosan la lista de ex parlamentarios con fuerte respaldo económico desde el mundo empresarial a través de los aportes reservados. En el caso del ex ministro de Energía, en su campaña para ocupar un asiento como diputado en 2009 –que perdió–, además recibió donaciones íntegramente a través de esta fórmula. En su campaña anterior, en 2005, que sí ganó, alcanzaron el 84%.
De la Concertación, además de Girardi, entre los tops de los aportes reservados están los DC Soledad Alvear –que no fue reelecta senadora en la última elección y que acumula más de 454 millones de pesos en este tipo de donaciones ($ 454.744.594)–, el senador Andrés Zaldívar, con casi 446 millones ($ 445.927.982), y Juan Carlos Latorre, que perdió los últimos los comicios ( $ 211.753.007).
Del PPD, figuran los senadores Felipe Harboe, que el 2009 obtuvo 91% del gasto total de su campaña bajo esta fórmula, así como Ricardo Lagos Weber, que ha obtenido 82% de sus aportes por esta vía.
El ex timonel del PS, Camilo Escalona, es el único socialista que tiene donaciones secretas por más de 200 millones de pesos ($ 248.327.361), equivalentes al 60% de los aportes totales recibidos.
El miércoles pasado, la reforma al sistema electoral que incluye las mociones que ponen la lápida al actual sistema de aportes reservados inició su segundo trámite legislativo en la Comisión de Constitución del Senado. Ese día, la ministra de la Segpres, Ximena Rincón (DC) –que en su campaña de 2009 recibió más de 100 millones de pesos en aportes reservados– anunció que existe un compromiso con los parlamentarios para revisar el financiamiento de la política, y que el gobierno de Michelle Bachelet tiene interés en avanzar en el tema, pero en un proyecto diferente al que cambia el binominal.
A QUIÉN REPRESENTAN LOS PARLAMENTARIOS
El presidente del directorio del Servel, Patricio Santamaría, reconoce que tiene dudas con respecto a si los aportes reservados en la práctica son reservados, ya que, según explica, “el Servicio Electoral está obligado a la reserva por las normas del secreto bancario y, por eso, no puede informar a los candidatos, candidatas ni partidos políticos sobre la identidad de los donantes de aportes reservados. Mi duda se basa en el hecho de que en nuestro país no se aplica generalmente el anonimato en las donaciones o la gratuidad en las buenas acciones. Incluso en iniciativas tan valiosas y solidarias como la Teletón, los donantes se preocupan de hacer sus donaciones en el Estadio Nacional repleto, frente a todos los medios de comunicación y en horario prime. Eso hace que me cueste creer en la discreción del donante”.
Para Santamaría esto afecta al sistema democrático porque “el solo hecho de que el representante se enfrente a la disyuntiva de representar a sus mandantes o a quienes financian su campaña, afecta o al menos pone en duda sus acciones. No digo que ocurra, pero la sola posibilidad de que fuese así, debiera llevarnos a adoptar todas las medidas para evitarlo”.
El ex presidente del Consejo para la Transparencia, Raúl Urrutia, considera que “los aportes a campañas no pueden ser reservados, porque la opinión publica necesita saber cómo y de dónde vienen los dineros que permitieron pagar una campaña electoral. Es la única forma de transparentar la acción, ya sea del parlamentario, Presidente de la República y ahora de los Cores. Porque en algún momento tienen que votar, y si les han aportado algo pueden llegar a instancias que deben tomar decisiones. Por eso es tan importante declarar todas esas platas. Una democracia fuerte requiere que la ciudanía conozca de dónde provienen dineros con los que se hacen campañas electorales”.
Por su parte, el economista Claudio Agostini asegura que lo más sorprendente es “esta enorme concentración. La conclusión es que entre todos los partidos de todas las coaliciones uno recibe todo. Es un mecanismo que favorece a un partido: la UDI. En otros países, como en Estados Unidos, las empresas también donan, pero cuando uno mira las empresas donan relativamente parejo a demócratas y republicanos. No se puede decir que hay justo una tienda que le gusta a todas las empresas”.
En opinión de Agostini, “como país, que uno tenga a empresas tan asociadas a un solo partido es complicado del punto de vista de lo que implica la falta de inhabilidades de parlamentarios para votar dado quién lo financió. Una discusión es si las empresas pueden donar o no. Más complejo es que les donen a diputados o senadores y después estos voten en temas en que la empresa se pueda ver beneficiada. Si una empresa donara pero el parlamentario no votara porque se inhabilita, no es problema. Pero nadie se inhabilita”. Por eso, asegura, “para mí el tema esencial es la transparencia, es lejos la prioridad. Y esa transparencia debería llevar asociado un sistema de inhabilidades”.
Equipo G.V. /El Mostrador
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LOS CINICOS LADRONES Y ESTAFADORES…DE MISA DIARIA
VIOLENTA QUE tres empresas de pollos, Aristía, Don Pollo, Súper Pollo, que causaron un daño a la población DE US$ 1.500 millones de dólares por sobreprecio de 14% durante 17 años,Castigo? una multa de US$ 61 millones, una miseria en relación a la ganancia lograda.
Que han dicho los líderes gremiales de la Producción y el Comercio, esos que tanto gritaron por la reforma tributaria, “sin duda perjudica la imagen del gremio, pero al mismo tiempo debemos cuidar el libre mercado y ser cautelosos hasta esperar los resultados”.
El caso cascadas de Soquimich, es otra muestra de la práctica ya cotidiana del fraude de miles de millones de dólares, en los fondos de pensiones, o donde las multas son tan abajas, que no impide que otros sigan el ejemplo.
Las evasión tributaria del grupo Penta, el brazo financiero de la UDI y de los políticos involucrados, son también abuso de poder y manipulación de lo que ocurre hasta que revienta por algún lado. TODO es un abuso sistemático, organizado, la corrupción, arriendo y venta de políticos es habitual, el robo y el crimen por la derecha económica y sus yanaconas de la DC y otros de NM ya no impresiona a nadie.
La crisis que vive la sociedad actual, la llamada sociedad del conocimiento, se ha ido larvado sobre una pobreza mentirosa, esa que permite tener un moderno celular de una gran compañía, que se ha vuelto multimillonaria vendiendo tecnología para la diversión, pero que no significa para las personas tener un nivel de ingresos que asegure que podrán comer mañana.
La “autoridad” no se hace cargo de la necesidad de una profunda reflexión que le permita entender los serios problemas que tenemos como país y reconocer su origen…prefiere eludir y formar comisiones de piratas y filibusteros prostituidos al capital.
Para mantener el engaño sistemático se sigue hablando de lo beneficioso del crecimiento del PIB, pero se calla la distribución de dicho ingreso, que llega solo al 5% de los más ricos de Chile.
Somos el país de los duros contrastes, Si contrastamos dicha situación con el beneficio del periodo 1990-2003, de US$ 220.000 millones de dólares que se llevaron del país todas las mineras, nos quedamos mudos de espanto e incredulidad.
Mientras los entreguistas profesionales se solazan, sobajeando sus hinchados bolsillos, maquinan mas estafas y robos al pueblo…con la anuencia de las “autoridades”… expertas en el engaño y salteo.