Nuevo Reactor de Fusión Puede Reinventar la Energía para Siempre

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

energiaCuando hablamos de un reactor de fusión, solemos imaginar una maquinaria enorme del tamaño de un pequeño edificio, y realmente suele ser así. El CFR de Lockheed Martin es distinto. Tiene el tamaño de un motor de avión, y el potencial de cambiar para siempre nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Los reactores de fusión tienen numerosas ventajas sobre los de fisión nuclear. Son mucho más seguros, y no producen tantos residuos radioactivos. Su funcionamiento se inspira en las reacciones termonucleares naturales que tienen lugar en el interior de las estrellas, solo que en vez de hidrógeno se suele utilizar deuterio y tritio para iniciarlas. El CFR no es, ni mucho menos, el único proyecto que trata de lograr un reactor de fusión compacto. Incluso hay entusiastas de la ingeniería que investigan estos dispositivos en sus garajes, pero Lockheed Martin no es precisamente un amateur con medios limitados.

El reactor de la compañía aeroespacial es obra de su división de proyectos avanzados, conocida como Skunk Works. En Aviation Week han obtenido permiso para visitar sus laboratorios y entrevistar al doctor Thomas McGuire, la mente detrás de este prototipo.

La mayor parte de reactores de fusión funcionan por confinamiento magnético. La cámara principal del reactor está rodeada por unos gigantescos electroimanes que crean un campo magnético para confinar el plasma de su interior, que circula a 150 millones de grados. El principal problema de este diseño es que se necesita una gran cantidad de energía para crear la barrera magnética que confina el plasma y mantenerla refrigerada.

En lugar del diseño en forma de cilindro anular toroidal (con forma de dónut) que tienen proyectos de reactor de fusión como el Tokamak ruso (sobre estas líneas), McGuire y su equipo han apostado por un diseño completamente nuevo. La vasija principal del reactor es un tubo ahusado en los extremos. Esta forma permite aumentar radicalmente la cantidad de plasma que se puede generar en su interior. Los ingenieros de Lockheed Martin explican que esta es una limitación de diseño típica de los primeros reactores de fusión que se han planteado como el gigantesco ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor, o Reactor Termonuclear Experimental Internacional), que se está construyendo en Francia.

El diseño de McGuire y su equipo permite, según los investigadores, aumentar el ratio de plasma que es capaz de albergar la cámara de una manera estable. McGuire explica que, en los diseños tradicionales heredados del Tokamak, el porcentaje de plasma atrapado en la cámara es apenas un 5% de la presión de confinamiento. Con su diseño, estos científicos esperan alcanzar la misma potencia del ITER (que se supone será de 20MW en 2020), pero en una máquina que tiene el tamaño de una turbina de avión.

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