Valparaíso en 100 Palabras Premió el Talento Urbano

Publicado por Equipo GV 10 Min de lectura

_MG_1072• En una ceremonia que contó con la participación de Fernando Milagros y Camila Hirane, este miércoles fueron premiados los cinco finalistas del concurso.
• El Parque Cultural de Valparaíso se llenó de porteños que quisieron conocer los cuentos ganadores de Valparaíso en 100 Palabras.
• A partir de este 30 de octubre los mejores relatos recorrerán diferentes lugares de la ciudad, siendo el punto de partida, la sede de Balmaceda Arte Joven.

“Desvelo” se titula el cuento de José Miguel Lagos (30), flamante ganador que obtuvo el primer lugar en el concurso Valparaíso en 100 palabras. Un relato breve, quizás típico y propio del puerto, que narra una noche sin dormir luego de desaparecer los amigos que lo movilizarían al plan, y verse obligado a caminar -cerro abajo- en medio del frío y la neblina.

“Yo soy un aficionado de la escritura y estoy feliz por el premio, muy importante para mí que se reconozca sobretodo porque este año ha sido bien complicado en términos económicos y personales, así que esta distinción es super buena en un contexto que no ha sido tan bueno” dice el autor, profesor de historia, quien reconoce que quiso escribir desde la experiencia, básicamente retratar “todo lo que uno camina en Valpo cuando sale de carrete”.

Así como José Miguel, otros cuatro noveles escritores fueron reconocidos por su pluma y creación. Diego Zamora (24) por “Valparaíso: año 2054”, Laura Sau (66) por “La Puerta” y Luis Alberto Pando (30) por “Cielo e Infierno” fueron distinguidos con una mención honrosa, mientras que el porteño Matías Salinas (17) recibió el premio al talento joven, dedicado a los autores menores de 18 años, por su cuento “En Playa Ancha con mi papá”. Cada uno de ellos recibió 250 mil pesos de premio, a excepción del primer lugar, quien se llevó un millón de pesos.

Matías Salinas, estudiante de tercero medio del colegio Juana Ross expresa que el reconocimiento viene a reforzar lo que a él más le gusta hacer: escribir, quien reconoce que lo hace hasta en las servilletas cuando no tiene papel a mano. “Significa mucho para mí y me motiva cualquier cantidad porque parece que tengo potencial. Me encantaría el día de mañana escribir grandes libros”.

Los cuentos finalistas fueron interpretados por el músico Fernando Milagros y la actriz Camila Hirane, quienes evocaron en el público cada una de las imágenes que los ganadores quisieron inmortalizar en sus cuentos: desde las tablas del muelle Barón hasta el cerro Ramaditas, y desde el típico pan batido hasta los helados York, pasando por las malezas de las quebradas y las rocas de la playa Carvallo.

Carmen García, directora de Fundación Plagio, agencia cultural que organiza los “100 palabras” explica que estos concursos nos son pensados para grandes escritores, sino que buscan rescatar al escritor de la calle, brindándole un espacio “y en ese sentido pudimos ver que hay un montón de talento, un montón de relatos, los que finalmente nos dieron la posibilidad de hacer un recorrido literario y urbano por la región de Valparaíso”.

El concurso, financiado con el aporte del Fondo del Libro y la Lectura, fue dirimido por un jurado de lujo: Álvaro Bisama, escritor y crítico literario, seleccionado por Hay Festival y Bogotá Capital Mundial del Libro como uno de los 39 escritores latinoamericanos menores de 39 años más importantes; el poeta y narrador chileno Alejandro Zambra, ganador del Premio Altazor 2012 por su novela Formas de volver a casa, la que ha sido publicada en Francia, Alemania, Italia, Noruega, Serbia y Estados Unidos; y Carmen García, poeta y directora de Fundación Plagio.

La convocatoria -que este año reunió 4700 cuentos breves- implicó la participación de hombres, mujeres, adultos mayores y escolares que de alguna manera recrearon en pocas líneas un pasaje de la historia cotidiana de la región de Valparaíso. Fundación Plagio, agencia cultural que organiza los “100 palabras” busca precisamente atraer a los propios habitantes del territorio, sin distinción, a rescatar la identidad local y regional a través del cuento breve.

“Sin duda se ha cumplido el objetivo” sostuvo Carmen García una vez finalizada la ceremonia, puesto que “estos concursos buscan también generar una reflexión sobre el lugar que vivimos, sobre el lugar que habitamos desde la instancia participativa y creemos que sí se cumple el objetivo de reflexionar sobre ello”.

Itinerancia por Valparaíso

Y al igual que en el 2004, su versión anterior, el talento de los ganadores será difundido en distintos puntos de la ciudad. Los textos premiados serán exhibidos en seis paneles de gran formato y recorrerán diferentes lugares de Valparaíso, siendo el punto de partida la sede de Balmaceda Arte Joven.

En dicho espacio, ubicado en Santa Isabel 739 esq. Lautaro Rozas, en el cerro Alegre, la exposición de los 5 cuentos finalistas podrá ser vista entre el 30 de octubre y el 30 de diciembre, para luego itinerar a otros lugares de la ciudad, los cuales serán informados oportunamente.

CUENTOS FINALISTAS V100P 2014
Primer lugar
Desvelo
No dormimos en toda la noche. No teníamos dónde. La fiesta se había terminado y los amigos que nos llevarían a casa habían desaparecido. Tuvimos que caminar desde el cerro hasta el Plan. Escuchábamos el mar pero no lo veíamos, por la neblina. Nos detuvimos cuando ya estaba amaneciendo. Nos compramos unos panes batidos y nos acostamos a descansar sobre las tablas del muelle Barón. Nos quedamos dormidos. Despertamos cuando los escolares estaban saliendo de clases y se iban a sus casas. Olvidamos dónde vivíamos, así que nos quedamos allí, mirando las nubes, hasta que pudiésemos recordar.
José Miguel Lagos, 30 años, Viña del Mar

Mención honrosa
La puerta
Cuarenta años son mucho tiempo, y no podía encontrar el lugar exacto donde estaba su casa. Malezas y basura inundaban grandes porciones del cerro de su infancia. Estaba segura de que esa era la cuadra. Su acompañante la miraba interrogante; había escuchado innumerables relatos de la vida en la casa de esta amiga chilena acogida en el exilio francés de sus padres. Por fin descubrió la puerta; era esa. Al final de una escalera con su porfiada pintura azul, la puerta de la calle había quedado de pie como único respaldo de la memoria, cerrando el paso a la quebrada.
Laura Sau, 66 años, Viña del Mar

Mención honrosa
Cielo e infierno
Dicen que las escaleras de Valparaíso van al cielo. No lo cuestiono, pero, cuando bajan, van al infierno. Ayer me alejé de mi casa quemada y, antes de llegar al Plan, los cabros me cogotearon. Ya llegará algo del cielo, espero, mientras vuelvo con una bolsa de pan tostado y un termo caliente que me regaló la señora del kiosco.
Luis Alberto Pando, 30 años, Quilpué

Mención honrosa
Valparaíso, año 2054
Han pasado doce años desde que los perros tomaron el poder del puerto; el gobierno regional no fue capaz de controlar la situación. Escribo desde una pequeña resistencia de humanos que se esconde cerca del cerro Ramaditas. Si reciben este mensaje, envíen ayuda; los porteños somos fuertes y no perderemos nunca la esperanza de recuperar nuestra ciudad.
Diego Zamora, 24 años, Valparaíso

Talento Joven
En Playancha con mi papá
Nunca pude entender a mi papá; me parecía un hombre machista que se preocupaba más por la Iglesia que por su familia. En cambio, yo era un artista sin Dios; no ayudaba a limpiar a mi madrastra, pero tampoco le decía que era su obligación. El único momento en que podíamos compartir un poco de felicidad era cuando íbamos a comer comida china, tomábamos helados York y él compraba palmeritas. Lo mejor de lo mejor era tirar piedras al agua en la playa Carvallo, la misma playa donde vi un condón usado por primera vez y encontré un erizo.
Matías Salinas, 17 años, Valparaíso

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