Reseña de Libros: La Semana Laboral de 4 horas de Tim Ferriss

Publicado por Equipo GV 8 Min de lectura

La Semana Laboral de 4 horas de Tim FerrissLa semana laboral de 4 horas de Tim Ferriss muestra cómo es posible alcanzar un nivel de ingresos automáticos con un pequeño consumo de nuestro tiempo. En este libro nos cuenta su propia experiencia, cómo automatizar su propio negocio y poder gestionarlo en varias horas a la semana desde cualquier parte del mundo.

Lo que Ferris propone a lo largo de su libro es una manera de generar flujos de efectivo que lleguen a ser autónomos, pasando a ser dueños y supervisores más que gestores del proceso y poder así liberar una gran parte de nuestro tiempo. La visión general del libro no trata sobre el ahorro, encontrar un trabajo que nos apasione o aprender sobre inversiones, sino en trasladar a lo largo de nuestra vida mini-retiros periódicos en vez de esperar un gran retiro en la jubilación, y cómo es posible conseguirlo.

A lo largo del libro expone el método DEAL: Definición, Eliminación, Automatización y Liberación; explicando el proceso para convertirse en lo que él llama un nuevo rico. Ferris explica que la fantasía de ser rico no es tener un millón de dólares en el banco, sino poder disfrutar de las experiencias que podría proporcionar.

El dinero se multiplica en valor dependiendo de una serie de variables que controles: qué haces, cuándo lo haces, dónde lo haces o con quién lo haces. Ferris lo llama el multiplicador de libertad.

Ferris cuestiona mucho de lo establecido y crea una serie de reglas a las que llama las reglas del Nuevo Rico. Destaca que la energía es cíclica, nuestra actividad constante nos desgasta y por ello es necesario alternar períodos (mini-retiros) de descanso para recargar pilas. Otra de ellas es que para las cosas más importantes, nunca es el momento adecuado. No nos gusta la incertidumbre. Tenemos miedo a lo desconocido. Tener un hijo, elegir una universidad, una pareja, comenzar un proyecto empresarial o dar la vuelta al mundo. Son decisiones de gran importancia en nuestra vida y surgen dudas sobre ellas. Para ello Ferris nos invita a ponernos en la peor situación, describir qué sería lo peor que nos podría pasar si nos lanzamos a por nuestro sueño y valorar las posibilidades de que eso suceda. ¿Y si mi empresa fracasa? ¿Y si viajo y soy secuestrado por piratas o guerrilleros? No se trata de evitar el riesgo ni de lanzarte a la aventura, sino de prepararte lo mejor posible para ello y actuar con precaución, no dejando que el miedo nos paralice.

Tras la Definición de nuestra meta, el proceso siguiente consiste en el de Eliminación. El objetivo de este bloque es aprender a sacar el máximo de tu tiempo, centrarse en ser productivo en lugar de mantenerse ocupado. Una tarea no es más importante porque se requiera más tiempo o esfuerzo en ella, sino por los frutos o consecuencias que pueda tener. Ferris nos presenta dos conocidas leyes de gestión de tiempo para ayudarnos.

En primer lugar la ley de pareto u 80/20. Esta nos indica que el 80% de los resultados vienen del 20% del esfuerzo, mientras que el 80% de esfuerzo restante produce el 20% de los resultados. Es posible encontrar esta proporción (no exactamente sino aproximada) en una gran cantidad de procesos. En el libro se expone su caso personal en su empresa: Se centró en los clientes más importantes, dejando de contactar al 95% de ellos y no aceptando al 2% que le causaba un gran gasto en recursos para centrarse en el 3% más productivo. Analizó las características de este grupo para centrarse en conseguir más clientes de este tipo. En un mes pasó de 120 a 8 clientes doblando su ingreso mensual, de 30.000 a 60.000 US$, y reduciendo su tiempo al frente de la empresa de 80 a 15 horas semanales.

Otra es la Ley de Parkinson. ¿Cuánto aumenta nuestra productividad a medida que se acerca el límite para presentar un proyecto, trabajo, examen, etc.? Desperdiciamos el tiempo porque hay mucho tiempo disponible. Si tenemos un plazo de un día nos centraremos en ello, mientras que si nos dan una semana ocuparemos cinco o seis días de bajo rendimiento para realizar la mayor parte en las últimas horas. Para evitarlo nos plantea la fijación de metas y tiempo para cada una de las tareas. Dividir una gran tarea en días o semanas nos permitirá aprovechar el tiempo mucho más, siendo más productivos y dejando más tiempo disponible para disfrutar de él. Asimismo es básico definir las tareas importantes y no mantenernos ocupados en cosas irrelevantes. La clave para ahorrar tiempo en tareas de menor importancia es apilarlas hasta que sea relevante y dedicar una porción de tiempo exclusivamente a ello. ¿Cuánto tardamos en contestar un e-mail mientras estamos ocupados? ¿Cuánto en contestar veinte mails, si esa es la tarea prioritaria y estamos centrados en ello? Muchísimo menos tiempo relativo, sin duda. ¿Cuánto tiempo nos consume contestar e-mails irrelevantes? Para este tipo de tareas lo mejor que se puede hacer es optar por Eliminarlos.

El siguiente punto es especialmente útil para aprender a Automatizar una gran cantidad de procesos. Tras analizar si tal proceso es necesario o se puede eliminar, debemos cuestionarnos si es posible su automatización. Este punto cobra gran relevancia en el caso de emprendedores y trabajadores. Muchas más cosas de las que parecen pueden automatizarse.

Teniendo en la automatización nuestro objetivo último, Ferris nos anima a buscar nuestra musa. Una musa es un modelo de negocio o una fuente de ingresos que es posible automatizar, por lo que tendremos que dedicarle una mínima cantidad de tiempo. Trabajar inteligentemente es más efectivo que dejar sangre, sudor y lágrimas sin reflexionar. Una musa es diferente de un negocio tradicional: No se trata de hacer mucho dinero, ni siquiera de hacer algo que te apasiona, sino de ser propietario de un vehículo automatizable que nos permita generar dinero sin requerir una gran parte de nuestro tiempo.

Por último en el método DEAL nos encontramos la Liberación, el último paso tras crear nuestra musa y que nos permitirá tener libertad. Su capítulo comienza con la siguiente frase: “Trabajando fielmente 8 horas al día, con el tiempo llegarás a ser jefe y a trabajar 12 horas al día”. La liberación consiste en escapar de la oficina y ser el propio dueño de tu tiempo, de forma permanente o mediante mini-retiros periódicos.

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