Por Pablo Varas
Los asuntos de Chile no andan bien…..nada anda bien.
Va quedando en evidencia lo que por años caminó en silencio. Ese concubinato entre política/dinero/poder, y para que esto sucediera todos los actores debían tener el mismo libreto como si de un coro de ángeles se tratara. Todos estaban de acuerdo.
Todos esos mendicantes y pordioseros que golpearon las puertas de los herederos de los esbirros de la dictadura, salen levantando las pancartas que todo sucedía por existir supuestos vacíos legales, y eso no es creíble. No pueden algunos pelafustanes pensar que los ciudadanos se hacen visibles cada cuatro años, a los cuales hay que entregar algunos caramelos para que todo siga igual.
Sería un absurdo no entender que el empresariado católico/UDI/Sofofa estuviera marginado de la política. Sería incomprensible que escondieran sus ansias de poder controlarla la política, finalmente ellos pagan a un largo listado de vasallos. Basta recordar que hasta los días actuales los que se pasean perfumados y ufanos por el parlamento, son hijos del sistema binominal.
Chile no es un país que nació ayer. En la historia de la patria está en la memoria las tantas masacres que fueron ordenadas por los empresarios. Matanzas donde los caídos fueron clase obrera, pobres del campo y la ciudad que se sintieron compelidos a ocupar la calle para defender sus derechos, asunto tan sencillo como una vida digna, y fue así porque los ricos y los burgueses se los negaban…….y lo siguen haciendo.
Los actuales grupos económicos nacen bajo el amparo de la dictadura de las Fuerzas Armadas. Todos los empresarios y sus grupos y para decirlo más claro, ese pequeño grupo de lamebotas se apropiaron de empresas que pertenecían a todos los chilenos. Los militares con ese tufillo/gusto de estar cerca del dinero y de la clase a la que ellos no pertenecen, fueron regalando lo que había y tenían a mano y lo que estaba cerca. Los militares fueron recompensados con cargos en directorios de empresas a las cuales iban solo a cobrar sus monedas….. a manera de dádivas.
Los grupos económicos se sienten obligados a repartir sus peces de colores entre pordioseros porque necesitan defender sus intereses, sus afp, sus isapres, sus clínicas, sus universidades. Las cifras de ganancias son escalofriantes. Cada seis meses cuando nos enteramos los chilenos saben que están viviendo en un país en que millones andan con las manos en alto. Una patria asaltada a diario.
Pobres e insuficientes son los esfuerzos para mejorar la salud pública. De esa forma se aporta dinero a sus clínicas privadas a los que dicen ser los dueños de Chile. Y para eso nada más rentable que tener aliados extremadamente fieles en el parlamento…….comprados a precio de liquidación. Muchos son los hospitales que están a medio construir en oscuros proyectos donde las coimas reinan.
El problema de la salud para Chile no es un asunto que debe seguir esperando, es una tarea de ahora. Mucha palabrería, fechas y buenas intenciones, pero en la hora de la verdad, la realidad es tenebrosa.
Se debe preguntar la razón por la lentitud de las leyes. De ese paso de tortuga por la que transitan en el parlamento. Algunos sostienen que a la hora de votar algún proyecto, muchos parlamentarios deciden ir al baño. Es en ese momento en que esos honorables están pagando a quien les financió su campaña. Cuando se le entrega el mar a siete carteles, están pagando la deuda contraída en la campaña parlamentaria.
El dinero cae en silencio en el patio de los parlamentarios porque tiene la función de comprarlos, de hacerlos obedientes. Cuando un empresario lleva una caja de zapatos llena de billetes, especialmente a la derecha heredera del pinochetismo, es sencillamente para seguir sosteniendo el modelo.
Pero en toda esta historia, también hicieron fila algunos del actual bloque en el gobierno. Sucede que ahora todos entregaron informes, análisis, antecedentes para el empresariado pinochetista. Ninguno de los boleteros ha sido visto con una pala y carretilla recogiendo o amontonando litio….. para nada, puros estudios.
Chile se acerca a la hora de dar el salto a La Bastilla. El actual cuadro político, es sencillamente inaceptable. Se evidencian ya los coludidos políticos para salvarse. Todos asustados ante la posibilidad de perder sus dietas parlamentarias.
Es la hora de la ASAMBLEA CONSTITUYENTE. Es el tiempo de sentar las bases de una patria justa, y para un largo tiempo.
Penta, SQM son asuntos menores. Pecadillos que siempre han cometido los mismos de siempre, lo que sucede es que la gran mayoría no tiene las herramientas para hacer cambiar los asuntos de la historia. Se necesita en este momento y en este tiempo entregar la más clara información para volver a entregar el poder a la ciudadanía.
Vamos……todos a La Bastilla
Muy de acuerdo con lo aquí planteado, pero quisiera destacar que la financiación de los políticos de derecha es totalmente comprensible , sus empresas los tienen para defender sus intereses de clase pero lo que asquea profundamente es la complicidad de los agentes de la Concertación, que olvidaron y traicionaron principios, luchas, mártires para sumarse a la casta dirigente. ¿Cómo se terminarán las AFP, las ISAPRES, recuperar el cobre, los ferrocarriles, Banco del Estado, Correos de Chile, etc., etc., si estos elementos están tan comprometidos con el poder económico? Tienen que irse todos los involucrados sean del poder legislativo y/o del ejecutivo. Urge una Asamblea Constituyente sin esta lacra.