Señor director:
En los últimos años, diversas organizaciones ciudadanas se han coordinado para proteger sus barrios ante el acelerado crecimiento en altura en sus ciudades. Muchas han optado por tramitar ante el Consejo de Monumentos Nacionales la declaratoria de Zona Típica del área a proteger, lo cual sería clave para el desarrollo urbano comunal. Sin embargo, es necesario resolver algunos problemas asociados.
Por un lado, es fundamental aclarar las atribuciones legales emanadas desde el CMN, sobre la protección de las zonas y su relación con las normativas derivadas de los Instrumentos de Planificación Territorial. Además, urge promover desde la institucionalidad la consolidación efectiva de los instructivos de manejo de las zonas afectas a la declaratoria, pues faltan protocolos claros de gestión y desarrollo urbano, con énfasis en la protección patrimonial.
También es relevante conocer el impacto que generan las declaratorias en el proceso de valoración patrimonial, especialmente en los valores de suelo de la zona y el de sus áreas circundantes. Ello, porque podrían levantarse proyectos inmobiliarios en los bordes en pos de las externalidades positivas que éstas generan, lo cual podría aumentar la congestión. ¿La solución? Promover zonas de amortiguación en los perímetros de las zonas declaradas.
Por último, habría que analizar el aumento de la renta urbana, producto de la revalorización de la zona y la posible expulsión no deseada de habitantes originales de los barrios.
Resolver estos puntos, permitirá a los ciudadanos y autoridades locales gestionar con claridad las declaratorias de Zonas Típicas, así como controlar sus impactos no deseados.
Marco Valencia P.
Investigador
Centro Estudios Arquitectónicos, Urbanísticos y del Paisaje
Universidad Central de Chile