Señor director:
Durante la última semana, se ha cuestionado ampliamente en la opinión pública la decisión del juez Daniel Urrutia, que autorizó la realización de videollamadas con familiares y una visita íntima, a 4 internos privados de libertad en el Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad (REPAS). La decisión fue apelada por Gendarmería, que sostuvo que su cumplimiento comprometería la seguridad del recinto, de los funcionarios y de otros internos. Además, adujo la inexistencia de dependencias para visitas íntimas dentro del penal de alta seguridad.
Este caso genera especial controversia y oposición, dada la alta connotación social de los delitos que se les imputa, o por los que se ha condenado a las personas que están recluidas en el REPAS. En razón de ello, se ha manifestado la preocupación por la posible vulneración a la seguridad pública que implicaría la comunicación de estos internos con el exterior.
Con independencia de las opiniones que, dadas sus particularidades, genere el citado caso; es necesario hacer una revisión de cómo es el acceso de la generalidad de la población penal, a la comunicación con sus vínculos en el exterior. En este sentido, la mayoría de las personas privadas de libertad enfrentan notorias trabas para recibir visitas o comunicarse con sus cercanos, y esto ocurre sistemáticamente en la mayoría de los recintos penitenciarios del país. Dicha falta de comunicación precariza sus lazos familiares, sociales y comunitarios. En consecuencia, disminuyen drásticamente las posibilidades de que esas personas se reintegren a la sociedad, y de que mantengan conductas prosociales, una vez que sean excarceladas.
Por otra parte, quienes tienen a un familiar o amigo en la cárcel, deben enfrentar dificultades como la distancia y los costos del traslado, que complican o impiden la realización de visitas frecuentes. Incluso para aquellos que logran visitar a sus seres queridos, la experiencia de la visita puede resultar muy desagradable, e inclusive, denigrante. Razón por la cual muchas personas se abstienen de ir, o prefieren no llevar a niñas y niños. La comunicación por vía telefónica tampoco es posible en muchos casos, puesto que no todos los penales cuentan con teléfonos públicos. Los que tienen, disponen de pocas unidades y algunas de ellas no funcionan. Todos estos factores repercuten en la continuidad de los lazos afectivos a lo largo del tiempo.
La persistencia de tales vínculos, y el contacto fluido de los internos con el exterior son factores determinantes, para conseguir el objetivo de reinsertar a aquellos en la sociedad, de manera de evitar su reincidencia. Sostener un funcionamiento del sistema que obstaculiza transversalmente la permanencia de los lazos afectivos de quienes están privados de libertad, solo genera perjuicios en términos de seguridad social, e inclusión.
Es por esto que es indispensable revisar la legislación sobre la ejecución de penas y promulgar una Ley de Ejecución de Penas, orientada hacia el cumplimiento de una finalidad resocializadora de la pena privativa de libertad. En consecuencia, mientras dure su cumplimiento, debe regularse la comunicación constante y mediada de las personas privadas de libertad con el exterior. Asimismo, debe tenerse en cuenta la seguridad de los recintos, de sus internos y funcionarios; así como la necesidad de garantizar la seguridad, el respeto de la dignidad, y la intimidad de las personas que visitan y que son visitadas. Todo ello, estableciendo estándares de seguridad modernos y adecuados a los fines de seguridad pública, para evitar que la comunicación de los internos con el exterior se realice con fines delictuales, o ajenos a su propósito de contribuir a la reinserción social.
Organizaciones que forman parte de la Mesa de Incidencia en Reinserción Social,
- Juntos por la Reinserción
- Corporación Abriendo Puertas
- Fundación Causa Minka
- Avanza Inclusión
- ONG Leasur
- ONG Confapreco
- Fundación Paternitas
- Raíz Nativo
- Fundación Itaca
- Fundación Ludovico Rutten
- Fundación Dimas
- Programa Oportunidades para la vida
- Fundación Kalén
- Fundación Proyecto B
- Organización cultural Volver a casa