Señor director:
La Unesco propuso el 22 de agosto como el día del Folclore, concepto introducido por el arqueólogo inglés, William John Thoms y significa Folk (pueblo) y Lore (saber, ciencia), o Saber del Pueblo. En la década de 1950, en los medios de comunicación, se popularizó la tonada y la cueca campesina, por lo tanto, en el imaginario colectivo, quedó el huaso y “la china” como arquetipo que representa el campo chileno, contribuyendo así a la noción de folklore en este período como una palabra asociada a lo rural.
Rodolfo Lenz, señala que el folklore es: “…aquella rama de la “ciencia del hombre” que busca (…) recoge los mitos y todas las manifestaciones de las creencias populares, las leyendas, las consejas, los cuentos. (…), el folklore se limita a una sola nación o a un grupo de naciones que tienen una historia común, pero puede también limitarse hasta a una sola provincia (…) por ejemplo hablarse de un folklore de pescadores chilotes, del minero, del marinero o del bandido chileno”.
A partir de esta definición, hay un camino para investigar procesos culturales de la identidad de nación, provincia o grupo social que aún es deuda en nuestro país. Hoy el folclore es un concepto que se debe profundizar en su significado para el desarrollo educativo e investigativo de los ciudadanos chilenos cómo una parte más de nuestra cultura diaria, no solo acordarnos de esta palabra en el mes de la patria.
Rodrigo Quiroga,
Docente Periodismo
Universidad Santo Tomás.