En tiempos de pandemia, podemos superar el encierro gracias a la creatividad y dedicación de realizadores que nos han permitido disfrutar su música, literatura, series o cine en todos sus géneros.
Disciplinas que no siempre son valoradas, porque “el arte no da de comer”, sin embargo, vemos en esta obstinada persistencia de algunos, una ventana a la reflexión que nos permite revalorizar la labor de tantos creadores incomprendidos. Cómo no agradecer entonces, la contribución que ha realizado el cine, en particular el chileno, con su perseverancia y pasión.
En Chile, la primera película de ficción, “Manuel Rodríguez” de 1910, marcaría el inicio de una producción cinematográfica, capaz de trascender un convulsionado siglo XX, la desarticulación de las escuelas de cine y la producción de bajo presupuesto. Su sentido de realidad y el impacto que genera la experiencia de una película, le permitirán a la industria audiovisual enfrentar desafíos en términos de guiones, relacionamiento de los personajes y cantidad de personas que podrá trabajar en un lugar, mientras no haya una vacuna.
Por todo lo anterior, es importante rendirle un homenaje al cine chileno, a propósito de la celebración de su día, en tiempos de pandemia.
Aixa Alarcón
Directora Área Comunicación
IP-CFT Santo Tomás