Señor Director
A propósito del debate generado en Estados Unidos por las declaraciones de tres rectoras de prestigiosas universidades, quienes frente a congresistas relativizaron y justificaron conductas antisemitas en sus casas de estudio, es imperioso preguntarse: ¿Pueden depender del contexto los discursos odiosos, las funas y las amenazas violentas? Categóricamente no. Nuestro país también ha sufrido la embestida de los vociferantes. El discurso ideológico de minorías identitarias en nombre de la diversidad ha devenido en la formación de jóvenes y ciudadanos intolerantes que han instalado la tiranía de la cancelación instantánea, sin ninguna capacidad de análisis crítico o razonamiento, llegando incluso a amenazas y agresiones físicas y verbales, como lo ocurrido con Sergio Micco hace unas semanas o con la Ministra Camila Vallejo hace algunos días.
Amparados en el derecho a la libre expresión, estamos viviendo una verdadera cultura de intolerancia y sectarismo que es inaceptable.
La libertad de expresión no puede ser utilizada a conveniencia, menos en las universidades y toda su comunidad. Entonces ¿depende del contexto? Definitivamente no. No hay espacio para la ambigüedad, porque es mucho lo que está en juego. Es imperioso que las universidades cuyo propósito esencial es la búsqueda de la verdad y la promoción de valores para el beneficio de la humanidad, establezcan con claridad medidas contra el odio y la violencia, vengan de donde vengan. En Chile aún estamos a tiempo.
Mariana Aylwin, Presidenta de la Junta Directiva de la Universidad Gabriela Mistral.
Sergio Mena, Rector de la Universidad Gabriela Mistral.