Señor Director:
Que la justicia cite a declarar como imputado a la máxima autoridad de la Iglesia, es algo que era impensable, incluso el sólo hecho de poner en duda su conducta legal y moral, era un grave pecado ante las leyes de la Iglesia. Pero que además, sea por supuestos encubrimientos de abusos sexules de niños y jóvenes, ya ésto superó lo inimaginable, considerando que es el más grave pecado que un ser humano puede cometer según Jesucristo.
La verdad que no se entiende ¿porqué el Papa Francisco demora tanto en echar a todos los curas degenerados de la iglesia y sus cómplices por encubrimiento o espera que lo haga antes la justicia chilena por él? Esta inexplicable conducta Papal, se debería a que no ha encontrado curas que no tengan antecedentes de profanadores de niños y jóvenes para reemplazarlos o a Ezzati entre otros, los protege la Curia Romana, el siniestro poder que el Papa Francisco no ha podido dominar.
SOS, salvemos la iglesia católica chilena de los curas degenerados y de sus cómplices.
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent
PhD.Universidad Libre de Bruselas