Nariz creció en la Espalda de una Mujer después de Experimento con Células Madre

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

celulas-madresLa experimentación con células madre es una de las grandes promesas de la medicina moderna. No obstante, la controversia y los dilemas éticos siempre están presentes cuando se habla de esta clase de tratamientos.
El más reciente, corresponde a un curioso caso de un experimento con células madre que tuvo consecuencias inesperadas: a una paciente le creció una nariz en la espalda.
Ocho años atrás, un grupo de científicos, en conjunto con médicos y cirujanos portugueses desarrollaron un prometedor experimento con células madre. Básicamente, se tomaron muestras de tejido nasal y se injertaron en la columna vertebral de un total de 20 tetrapléjicos.
La finalidad de esta intervención era que las células madre en el tejido nasal pudieran convertirse en neuronas que ayudaran a reparar los daños en la espina dorsal. El experimento tuvo excelentes resultados y prácticamente todos los pacientes mostraron grandes mejoras, incluso recuperando la sensibilidad lumbar.
No obstante, uno de los pacientes presentó consecuencias negativas. La paciente, una ciudadana estadounidense que viajó a Portugal para participar de la experiencia, cuyo nombre permanece en el anonimato, no sólo no presentó mejoría alguna, sino que por el contrario, de vuelta en su país, comenzó a sufrir dolores intensos en la zona del injerto.
En el lugar donde el tejido nasal fue injertado, esta mujer comenzó a sufrir de un agudo y anómalo dolor. Cuando los médicos analizaron la región en detalle, pudieron constatar que allí estaba formándose una nariz desde su columna vertebral hacia afuera.
Según se reportó desde la UIHC (University of Iowa Hospitals and Clinics), en Iowa City, en primera instancia se consideró que podía tratarse de un pequeño tumor, no canceroso, que debía removerse. Tras una intervención quirúrgica, se removieron unos 3 cm de protuberancia.
Tras la extracción pudo notarse que se trataba de una mezcla entre crecimiento del tejido nasal, diminutos fragmentos óseos y pequeñas ramas nerviosas desconectadas de los nervios espinales.
Lo más curioso era que la protuberancia, esencialmente una nariz, estaba secretando un material con la apariencia de una mucosidad, abundante y de consistencia espesa que seguramente era lo que provocaba el dolor, creciendo y ejerciendo presión desde adentro hacia afuera.

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