USM Desarrolla Nuevas Estrategias de Intervención Urbana para las Quebradas de Valparaíso

Publicado por Equipo GV 6 Min de lectura

usm desarrollaLos resultados de esta investigación permitirán delinear los criterios básicos para futuros Planes Urbanos Integrales (PUI) que contemplen en su origen la participación y opinión de sus habitantes.

Definir, crear y diseñar estrategias de intervención urbano-sostenibles para las quebradas de Valparaíso, es el principal objetivo de una investigación desarrollada por el Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María y que busca generar Planes Urbanos Integrales (PUI), a partir de los cuales se diseñarán instrumentos de planificación territorial, como por ejemplo, Planes Seccionales Integrales (PSI) para dichas áreas de la ciudad.

Según destaca Andrea Pino, Post-doctorante del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN) y una de las investigadoras a cargo, “los Planes Seccionales en nuestro país son herramientas que subyacen del Plan Regulador Comunal, y se crean cuando se requieren estudios más detallados en áreas de la ciudad donde el Plan Regulador es insuficiente como instrumento de planificación territorial y en este caso, los llamamos Planes Seccionales Integrales, cuyo pilar fundamental es la participación comunitaria”.

Una de las principales falencias que presenta Valparaíso, agrega, es que “sus quebradas siempre han sido excluidas de la planificación urbana, lo que históricamente se ha traducido en una forma de ocupación mediante procesos de autoconstrucción y de autourbanización, que en algunos casos tienen su origen en tomas de terreno, las que progresivamente se han ido regularizando por medio de convenios realizados entre la Municipalidad de Valparaíso y el Ministerio de Bienes Nacionales. Además, la ausencia de planificación incuba inminentes riesgos, como es el caso de los incendios urbanos que generan grandes catástrofes, como la ocurrida el 12 de abril de 2014”.

De esta manera y para que las quebradas sean zonas realmente integradas a la ciudad, se debe definir cómo hay que actuar en estos lugares y cuáles son los instrumentos territoriales adecuados para intervenirlas, tanto a nivel social como espacial, y para ello se deben generar Planes Urbanos Integrales (PUI).

“Los PUI, abordan y actúan desde tres frentes de acción: social, institucional y física. La acción social implica la participación activa de la comunidad en el diseño y desarrollo de propuestas y proyectos urbanos; la acción institucional promueve la coordinación y el trabajo colaborativo entre la instituciones gubernamentales, municipio, ONG’s y otros; y la acción física implica la renovación, reconstrucción, rehabilitación y/o construcción de proyectos urbanos que integren la habitación, equipamientos y espacios públicos y propicien un manejo adecuado del medio ambiente”, detalla la investigadora.

Para ello y en el caso de esta investigación, que cuenta con aportes de CONICYT y de la Universidad, y en la que también participa la académica del Departamento de Arquitectura, Nina Hormazábal, se contemplan procesos de planificación participativa, mediante la realización de cartografías sociales y entrevistas, las que serán aplicadas en las quebradas Las Cañas, El Litre y Las Chanas. La primera herramienta metodológica, permitirá conocer las principales necesidades de quienes habitan en las quebradas y los eventuales cambios que se podrían implementar en estos lugares de la ciudad, y la segunda revelará datos más precisos, como por ejemplo, las trayectorias residenciales de las familias que habitan en las quebradas.

“A la fecha ya se han catastrado los incendios ocurridos en los últimos cinco años y se ha podido detectar que las familias víctimas de este tipo siniestros mantienen su lugar de residencia y no desean cambiar de localización, por la cohesión que existe dentro del barrio y la forma en la que se apropian de la ciudad. Por ello, es que se parte de la base que la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso es un factor ineludible y que ha existido por más de dos siglos. Realidad que no puede negarse y que ha de incluirse en una planificación urbana integral”, precisa.

En base a lo anterior, Andrea Pino explica que se aplicará una metodología interdisciplinaria, donde se movilizarán conjuntamente herramientas provenientes del urbanismo sostenible, de la arquitectura bioclimática, de la geografía social y de la sociología urbana. “Con el fin de abordar cada uno de los dominios en los cuales un proyecto urbano-sostenible debe actuar: acción social, política de suelo, elección energética, estrategias urbanas, formas arquitecturales y acción cultural, se realizarán, por ejemplo, levantamientos fotográficos y planimétricos de las tres quebradas; se revisarán distintos aspectos medioambientales como el flujo del viento, iluminación y asoleamiento y se va a identificar en cada una de ellas la calidad del espacio público actual y las zonas a intervenir definidas en conjunto con las familias en las cartografías sociales”.

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