Hace dos años Felix Baumgartner se convirtió en el primer hombre en superar la barrera del sonido sin apoyo de una máquina, realizando un increíble salto al vacío desde más de 128 mil pies de altura, o lo que es lo mismo, 39.04 kilómetros. El evento fue un récord Guinness que fue visto por millones en el mundo, dado que el deportista fue patrocinado por Red Bull y su salto fue captado por muchas cámaras, incluyendo cámaras adheridas a su traje.
Alan Eustace, vicepresidente de Google, ha conseguido superar el récord establecido por Felix Baumgartner en octubre de 2012, saltando al vacío desde una altura de 41,42 km.
La hazaña de Eustace es sorprendente por varios motivos. El más importante es que se trata de un proyecto para el que no ha contado con patrocinios comerciales. El salto de Baumgartner se convirtió en un circo mediático de dos días por el apoyo de Red Bull. La hazaña de Eustace, en cambio, ha pasado casi desapercibida.
Alan Eustace llegó al desierto de Roswell, en Nuevo México, y realizó su salto, rompiendo el récord del deportista extremo por una considerable diferencia de más de dos kilómetros. Durante la caída, de 15 minutos, Eustace llegó a superar los 1.287 kilómetros por hora de velocidad de descenso, rompiendo al igual que Baumgartner la barrera del sonido. De hecho, según anuncian algunos asistentes al salto (del equipo involucrado en los preparativos), se llegó a escuchar una pequeña explosión mientras Eustace caía.
Eustace ha trabajado en este proyecto con un pequeño equipo de ingenieros durante tres años. Ascendió sin una cápsula especial, tan sólo anclado con el traje protector presurizado a los globos de helio. Grabó la experiencia mediante una simple cámara GoPro pero de momento el vídeo no se ha hecho público. La Asociación Norteamericana de Paracaidismo (USPA) ha certificado la altura del salto.
Eustace trabaja como vicepresidente de Google, el gigante de las búsquedas por internet, y es un fanático del paracaidismo y piloto amateur. El ingeniero asegura que Google le ofreció patrocinio y financiamiento para su hazaña, pero lo rechazó. Quizás el nombre de Alan Eustace no sea tan recordado como el de Felix Baumgartner, incluso al haber roto su récord. Puede que el deportista extremo fuera el primero en romper la barrera del sonido de esta forma, pero un ingeniero aficionado lo ha superado.
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