Por Alejandro Lavquén
Para nadie es un secreto que los libros digitales (eBook) van ganado terreno a la hora de publicar, la cantidad de autores que venden sus propios libros a través de Amazon y otras plataformas así lo demuestran. Por otro lado, muchas editoriales, de renombre en nuestro país, junto con publicar un título en formato impreso además lo publican en versión digital. También tenemos, como ya mencionamos, las autoediciones y publicaciones de pequeñas editoriales independientes.
Por estas razones, llama la atención que en las bases de la convocatoria 2018, del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, para el concurso Mejores Obras Literarias (categoría Obras Publicadas), en su punto nº 3, Requisitos para postular, diga: “Se deja expresa constancia que no podrán postularse Libros en formato digital”.
Dado lo anterior surgen varias interrogantes ante lo que parece ser una discriminación latente. ¿Por qué no puede postularse un libro en formato digital?
¿Qué pasa si un autor sólo ha publicado en formato eBook y su libro tiene todos los méritos para ser considerado entre los postulantes?
¿Se le va impedir competir, discriminándolo por ser su plataforma digital y no de papel?
Es absurdo, pues lo que se premia en este concurso es la obra publicada, y en estos momentos, en todo el mundo, los libros se publican en papel y digitales, o simplemente en uno de los dos formatos. Por lo tanto, son obras publicadas.
Parece que el Consejo del Libro aún no se da cuenta que el progreso existe, y si primero fueron las inscripciones en recortes de piedra, luego vinieron los papiros, después el libro en su desarrollo hasta como lo conocemos hoy y finalmente (hasta el momento) el libro digital.
De hecho, existen bibliotecas digitales, como la Biblioteca Pública Digital, un sitio administrado por la DIBAM, y que cuenta con una enorme cantidad de suscriptores. Los préstamos son por 15 días y renovables por otros 7 días.
Y no está demás, recordar que los eBook son adquiridos por el Estado para el Sistema de Bibliotecas Públicas de Chile, perteneciente a la DIBAM. Por lo que resulta aún más extraño que el Consejo del Libro discrimine los libros digitales en sus concursos.
Sería de interés público saber el porqué de la discriminación a los eBook en el caso que nos convoca. Saber quién o quiénes, redactan las bases del concurso, y obviamente que sinceren los criterios que los llevaron a tomar una decisión tan fuera de foco, por decir lo menos.
No sé si las autoridades pertinentes están al tanto, por ejemplo, de que en 2016 la publicación de eBook aumentó en un 70,81 %, información relevante entregada por la Cámara chilena del Libro.
Otro dato importante es el informe estadístico dado a conocer por la agencia International Standard Book Number (ISBN), que indica que de los 8.016 títulos registrados en Chile durante 2017, el 21,63 % correspondió a soportes distintos al papel, entre ellos los libros digitales.
Aquí alguien debe dar una explicación por la discriminación al libro digital por parte del Consejo del Libro. Me imagino que el organismo pertinente para hacerlo debería ser el recientemente estrenado “Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”.