Ezequiel Villa Moreno
Johansson da vida a una mujer obligada a ejercer de mula (de drogas) y que adquiere poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces se convierte en una máquina de matar, adquiere una mente prodigiosa y la velocidad del rayo.
Hablar de Luc Besson es hablar de un referente europeo en la época de los 90, me hizo pasar grandes momentos con el quinto elemento y con el profesional, dispares pero con un denominador común, la acción. Pero no nos engañemos, los viejos tiempos no volverán.
Lucy es un producto meramente comercial, se sostiene por Scarlett Johansson y lejos de eso, hay poco recorrido. Esta actriz es el paradigma del éxito seguro.
Urdido como si de un gran filme se tratara, cierto aire de Milla Jovovich pero con más masa corporal, Superhéroe con aires de grandeza que resulta como una droga, te vuelve efusivo en un principio y termina por darte un bajón, digno de la peor droga.
He pagado por Lucy porque soy un hombre de fe, alguien que cree que los directores infieles pueden volverse fieles y dejar de vender productos para vender calidad, sin degradarlo a la categoría del olvido. Cuando Lucy está al 50% de su famoso 100% a mí ya me van sobrando minutos de film, nunca pensé que llegar al máximo rendimiento de su cerebro suponía atrofiar el del pobre espectador.
Lo que empezó siendo una promesa de algo bueno e imprevisible, se convierte en pesadumbre. Uno piensa: “Luc Besson, de verdad crees que cuando el cerebro aumenta sólo hace memeces”.
La aparición de Morgan Freeman refrenda mi oscuro pensamiento, se puede ser más pesado repitiendo ciertas frases que son parte del círculo vicioso del film.
Su búsqueda filosófica no es más que un intento de encontrarse en el camino, de salir del lodo, de dejar perderse en la publicidad subliminal… peugeot, evian… etc.
Si el médico os ha recetado los medicamentos necesarios y creéis que podréis aguantar el ataúd, adelante, sino es así haced como yo, aprovechad los últimos días del verano. La cartelera hace honor a él y nos deleita con chocolate que se te puede indigestar, a mí me ha pasado.
NOTA: 5
LO MEJOR: Este film sin Scarlett no hubiera recaudado todo lo que ha llegado a recaudar. Ya se puede canonizar.
LO PEOR: Su final, cuando uno no sabe cómo acabar, hace una soberana estupidez y felicidades Luc Besson, tú lo has hecho. Además has sacado esta frase de mis adentros: “PUES VALE!!
Crítica de Cine: Lucy http://t.co/RUpinT7bCe http://t.co/YzYIcW1mSG